Amo y señor
Con su nuevo tridente, el criollo da un aviso de su fortaleza de cara al Giro. Tirreno-Adriático, segundo título del año.
Nairo Quintana ( Movistar) aún no ha llegado a su madurez ciclística y sus resultados no paran de impresionar.
Ayer cerró otra memorable actuación al convertirse, por segunda vez en su carrera, en campeón de la Tirreno-Adriático, buen test y motivación extra para lo que será su participación en el Giro, su siguiente reto -5 al 28 de mayo-.
El talento que posee el escarabajo es indescifrable. Si corrió agripado la prueba italiana, como lo confesó el sábado tras vencer en la etapa que finalizó en la cima del Terminillo, ¿cómo será cuando esté en su mejor estado físico?.
En la contrarreloj de 10 km que cerró la competencia en San Benedetto del Tronto y ganada por el australiano
Rohan Dennis (BMC), Nairo cedió segundos ante sus más cercanos rivales, pero no los suficientes para que le arrebataran su segundo tridente, símbolo que le dan a quien conquista la carrera de los dos mares y, que sumó, al que ganó en 2015.
Dennis, quien era tercero en la general, a 1.06 del boyacense, ganó en el esfuerzo individual con 11 minutos y 18 segundos, a una velocidad de 53 km/h. Nairo, por su parte, registró 11.59, y en la general aventajó al australiano por 25 segundos. Tercero fue el francés Thibaut Pinot (FJD), a 36. “Estoy feliz de ganar por segunda vez y recompensar a mi equipo por los esfuerzos que hicieron por mí”.
El corredor, que ganó en febrero pasado la Vuelta a la Comunidad Valenciana, indicó: “aún no estoy al 100% de mi nivel . Todavía me falta prepa- ración para afrontar el Giro”.
Frente al desgaste para obtener estos resultados, opinó: “tampoco pienso que todas estas victorias desde inicio de año signifiquen que haya llegado al máximo de mi nivel deportivo, aún falta”.
Brillante actuación
Fue una inolvidable presentación de Colombia en esta cita. Además de Quintana, impresionó Fernando Gaviria (Quick) con su potencia para ganar la penúltima fracción ante Peter Sagan (Bora), doble campeón mundial.
También sobresalió Egan Bernal (Androni), otro diamante que empieza a brillar. Ayer perdió la camisa de mejor joven. Sin embargo, a sus 20 años, batalló con coraje en la alta montaña contra los grandes del pelotón. “Ese muchacho ganará las tres grandes del ciclismo, de eso estoy seguro”, afirma Jenaro Leguizamo, especialista en entrenamiento deportivo, quien evalúa constantemente al corredor cundinamarqués.
Así, Colombia alcanzó su segundo título en carreras del World Tour en dos días, tras el de Sergio Henao en la París-Niza, y de esta manera pisa fuerte para terminar primero en el ranquin por naciones este año. Le mete miedo a las potencias