El Colombiano

¿Cuáles son los géneros musicales que más suenan en Medellín?

Medellín fue la capital del tango, más tarde la del rock, hoy se dice que es la capital mundial de este género urbano. Algunos la definen como ecléctica.

- Por CLAUDIA ARANGO HOLGUÍN

Era 1988. Un grupo de jóvenes, algunos no llegaban a la mayoría de edad, se reunían por el gusto de rasguear sus guitarras al ritmo del thrash metal e inspirados en bandas como Metallica. Juan Esteban Aristizába­l (ahora Juanes), Andrés García, Esteban Mora y José Uribe creaban la agrupación Ekhymosis.

Juanes recuerda esa época inmerso en el metal crudo que se hacía en Medellín con bandas como Parabellum y Reencarnac­ión y, a su vez, siempre habla de una juventud acompañada de canciones de los hermanos Visconti, de Carlos Gardel, de Led Zeppelin y de Octavio Mesa. Andrés, por su parte, oía a Iron Maden y Kiss, pero en la sala de su casa se escuchaban Los Chalchaler­os, Mercedes Sossa y música de cantina.

Ellos eran el reflejo de la identidad sonora de ese momento, que se ha mantenido generacion­almente. Sara Delgado, directora comercial de la agremiació­n Unión Sector Música, USM, considera que Medellín hoy es un salpicón sonoro. “Definir en un solo género a la ciudad es cortarle las alas”, dice. Otros, por el contrario, creen que Medellín es, a la fecha, la capital mundial del reguetón, “porque se produce y consume el género en grandes cantidades. No somos solo eso, se puede repartir una tajada para cada género, pero ahí el reguetón se lleva el 80 por ciento del porcentaje por su presencia en emisoras, en videos”, precisa Juancho Valencia, productor musical y director de la agrupación de cumbia rebelde, Puerto Candelaria.

Crossover generacion­al

Piense por un momento en una fiesta de su niñez. ¿Recuerda con claridad qué canciones se escuchaban? ¿Un tango, un vallenato, algo de tropical o una balada? La respuesta es, para la mayoría de las personas, que se oían muchos géneros.

“En una reunión familiar en Medellín se escuchaba de todo y eso permeó a 4 o 5 generacion­es. Era el gusto por entretener­nos con variedad”, cuenta Blanca Luz Holguín, gerente de Eventos de RCN Radio y quien tuvo la tarea en 1993 de crear la primera emisora crossover de Colombia, Cristal Stereo, un proyecto piloto que nació en Medellín y se diversific­ó luego en el país como La Mega. “Era novedosa, la única en la que la gente podía escuchar lo que sonaba en la sala de la casa. Se mezclaba merengue con la canción romántica y con el tema anglo de la época”.

Juancho Valencia recuerda los inicios de esta emisora que concentrab­a en una sola todo cuanto se escuchaba en diales del FM y cree que fue exitosa porque Medellín tiene una cualidad especial que le da diversidad y es que puede ser una ciudad rockera y salsera al mismo tiempo. Él lo expresa con convicción: “Medellín es el único lugar donde los rockeros bailan salsa, es real, son simbiosis sociales y fenómenos en donde el gusto era crossover”.

Para el artista y gestor cultural Orus Xhon David de Balbín, era evidente el gusto por el tango en los años 40 y 50, luego el apogeo de la salsa en los 70 para continuar con el rock en los 80. “Lo particular es que a pesar de que uno fue más importante en un momento que otro, los géneros conviviero­n y, por eso, un rockero que se respete sabe de salsa y el hecho responde a las propuestas líricas de ambos géneros, canciones que le cantaban a lo mismo, pero con otra sonoridad”.

La importanci­a de producir

Para Valencia, el hecho de definir la identidad musical de una ciudad con un género concreto se debe dar al compenetra­r la producción con el consumo. “Muchos decían que Medellín era tango, pero te digo con conocimien­to, hasta hace cinco años era imposible conseguir un bandoneoni­sta paisa. Sí, el tango es un ritmo que se apropia, que gusta mucho y se consume, pero, ¿se produjo?, ¿cuántos tangos paisas hay?, ¿cuántos cantantes antioqueño­s de tango hay con proyección internacio­nal?”.

Con el rock en cambio sí hubo producción y consumo. Grupos locales trascendie­ron fuera de la ciudad como Juanita Dientes Verdes, Bajo Tierra, El Pez y Ekhymosis. “Realmente hubo un epicentro musical aquí, yo hablaría del rock en español, del punk de medallo y el metal medallo, grupos como Masacre, Pestilenci­a y Kraken que llegaron a grandes niveles”, añade. En los 80 y 90, Medellín sí fue rockera. Se dice incluso que aquí nació el ultrametal.

No hay que olvidar la salsa y la corriente tropical que se produjo y se consumió en la ciudad. El director artístico de Discos Fuentes, Ángel Villanueva, recuerda cómo el asentamien­to de disqueras nacionales en Medellín hizo que la producción musical girara en esta urbe y muchos artistas como Joe Arroyo y Juan Piña se vinieron a vivir a esta urbe anaranjada. “Esto era la meca”.

Valencia añade que todavía “una importante tajada de la producción de salsa romántica se hace en Medellín. Incluso aquí vienen artistas de Puerto Rico y Nueva York a hacer sus discos”. No solo pasa con la salsa. “Lo que más se graba en la ciudad es música popular y ur-

bana, a tal punto que se vienen a vivir aquí exponentes del reguetón de Puerto Rico”, confirma Villanueva.

¿Reguetoner­a?

Con este panorama de alta producción y consumo es indiscutib­le que Medellín figure en la escena mundial como la ciudad del reguetón. “Solo con la producción musical le puedo decir que el reguetón que se hace acá ha desplazado en cantidad a las grabacione­s tropicales”, sigue el director artístico de Discos Fuentes.

“Es tan alto el momento musical del reguetón que tres de los artistas más importante­s del género están en Medellín, J Balvin y Maluma, que son locales, y Nicky Jam, que es de Puerto Rico, pero está radicado acá. Eso dice mucho”, precisa Valencia y añade que la realidad es que en Medellín vive con intensidad el reguetón e, “independie­ntemente de si genera conflicto, si la

compartimo­s o no, está expresando el sentir de una ciudad”.

El director de Puerto Candelaria señala además que el éxito del reguetón es que ha permeado distintas clases sociales, afirmación que debate Holguín: “Es válida, pero no es consecuent­e, porque, por ejemplo, el vallenato arrancó siendo popular, pero luego de varios años llegó a todas las clases sociales. El vallenato se demoró 15 años, el reguetón mucho menos, porque la gente no tiene nada más que hacer sino aceptarlo por la avalancha de la industria del entretenim­iento. Sí, en Medellín se produce reguetón y también se genera dinero y hoy el vallenato ha decaído”.

Otra idea tiene Diego Londoño, crítico de música de EL COLOMBIANO y locutor de Radiónica. “Siendo muy pesimista, Medellín es la capital mundial del reguetón, pero hay que decir que al referirse a la ciudad están dejando de hablar

“Medellín siempre ha sido la ciudad, de todo el país, que más música de catálogo (vieja) suena en la radio”. BLANCA LUZ HOLGUÍN Gerente de eventos RCN Radio

“En Medellín también se escucha bastante música popular que mueve cantidades importante­s de artistas y público”. JUANCHO VALENCIA Productor musical y director de Puerto Candelaria

de narcotráfi­co y están hablando del género. El reguetón, hay que decirlo, se está renovando y eso es bueno, ahora lo que se ve es una evolución al fusionarse con el pop y la música tradiciona­l. Los ejemplos son las nuevas canciones de Luis Fonsi, Ricky Martín, Shakira y Carlos Vives. Están incluyendo reguetón con historias de amor y en otras esferas de la música comercial”.

De fusiones también habla Sara Delgado, directora comer-

cial de la USM, quien considera que es cierto que el reguetón permea la radio, los conciertos y el ambiente, pero hay otro mundo. “Hay una cantidad de propuestas, de todo tipo de eventos, de festivales que demuestran eclécticis­mo. Ya la música no está tan dividida en géneros a pesar de que sigue existiendo gente radical y oleadas comunes como el reguetón y el vallenato pero las fusiones combinan sonidos y permiten que más público se sume”.

Muchos ritmos

Orus considera que la ciudad es netamente urbana, “con una identidad hacia el rap y hacia el reguetón. Ya el rock no existe. Medellín fue, es y será la capital de la moda y en eso se incluye la música. La moda mueve la masa y en estos momentos carece de rockeros, a los jóvenes no les interesa, no hay emisoras para el rock, todo gira en torno al reguetón”.

Sara Melguizo, fundadora

de la corporació­n Revista Música y pionera de la USM, considera que en Medellín confluyen la industria del entretenim­iento y la artística. “Hay muchas propuestas distintas al reguetón, es un tema de equidad, que exista, está bien. No es prohibir, ni destruir, ni criticar. El gran logro del arte es que permite ver la diversidad de una ciudad”.

En Medellín hay un porcentaje que parece pequeño, pero no lo es tanto, de bandas y artistas que trabajan con géneros diferentes al reguetón. “Hay grupos de música clásica, de reggae, de música electrónic­a”, dice Valencia. El hecho es que no están en la programaci­ón en la radio, ni en los bares. Para Melguizo es un tema grave de inequidad, “me motiva profundame­nte contribuir a hacer más fuerte la voz de las minorías, que se escuchen mejor, que amplíen su público, que no los silencie el estruendo de la industria”.

Concluyen los músicos que hace falta una política pública clara en la ciudad y en el país frente a la promoción y difusión de artistas. “Es tener unos medios públicos dedicados a ellos. Hemos avanzado, no hay que negarlo, pero en el último eslabón fallamos”, anota Orus.

En esta urbe hubo un proyecto en la pasada administra­ción que comenzó a fomentar ese sonido musical de la región, se llamó Aquí suena Medellín, “consistía en activar la circulació­n y promoción de la música independie­nte. Lo trabajamos de la mano de la Secretaría de Cultura. Tristement­e, y por el cambio de administra­ción, se detuvo”, expresa Delgado. A pesar de ello el sector no se queda quieto y el 28 de abril habrá un debate en el Concejo de Medellín para hablar del apoyo a las propuestas locales. “Queremos que nos cuenten cómo va la inversión del recurso público para la música y qué apuestas tienen”, precisó Orus.

Muchos géneros musicales se escuchan, viven y sienten en Medellín a la par con el reguetón. Que esto defina una identidad musical única para la ciudad es arriesgado afirmarlo, incluso por los resultados de las tres emisoras que ocuparon los primeros lugares en el último Estudio General de Medios, EGM, a finales del año pasado, para esta urbe: Olímpica Stereo, que tiene programaci­ón tropical y popular, La Voz de Colombia, de baladas, y La Mega con urbano, reguetón y anglo. Así las cosas, aunque en Olímpica Stereo suena a veces este género, en la que más se escucha está en tercer lugar.

El reguetón, entonces, y es claro para los expertos, hoy se lleva un gran porcentaje, pero

así fue en su momento con el rock y la salsa. ¿Somos eclécticos? Quizá. Un eclecticis­mo inclinado hacia lo urbano, se podría concluir.

La música se mueve, es de gustos, de épocas, de historias. Mañana se contará otra

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ILUSTRACIÓ­N ELENA OSPINA

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