EDITORIAL
Los resultados contrastantes de comienzo de 2017 evidencian la postración en la que se encuentra la economía. El Gobierno debe evitar la propagación del pesimismo. Se impone acelerar acciones y redoblar esfuerzos.
Los resultados contrastantes de comienzo de 2017 evidencian la postración en la que se encuentra la economía. El Gobierno debe evitar la propagación del pesimismo. Se impone acelerar acciones y redoblar esfuerzos.
La debilidad de la economía al comenzar el presente año, producto del fuerte ajuste al que se vio sometida recientemente, se ha hecho evidente con los resultados mixtos de algunos indicadores.
Así, en el mes de enero pasado el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de Fedesarrollo llegó al nivel histórico más bajo, -30,2 por ciento. Sin embargo, debe señalarse que el ICC se mantuvo en terreno negativo a lo largo de 2016.
Para febrero de 2017 el Índice tuvo una ligera recuperación frente al primer mes del año, ubicándose en -24,3 por ciento. Sin embargo, se mantuvo en rojo y se contrajo con respecto al registro obtenido un año atrás (-21,0 por ciento).
Según Fedesarrollo, la mejora en la confianza obedeció al incremento del componente de expectativas y de las condiciones económicas actuales. Además, el ICC aumento en tres de las cinco ciudades encuestadas y la disposición a comprar vivienda se recuperó.
De otra parte, de acuerdo con el Dane, en enero de 2017 la producción real del sector manufacturero tuvo, con respecto a igual mes de 2016, una contracción de -0,2 por ciento. Al descontar el efecto Reficar, la caída fue de -0,6 por ciento. No obstante, el empleo se mantuvo prácticamente constante con una variación mínima de 0,1 por ciento. Para los últimos 12 meses, la producción creció 3,2 por ciento y, sin Reficar, lo hizo en 0,3 por ciento. El empleo se incrementó en 0,6 por ciento.
El comienzo del año le ha significado a la industria manufacturera retornar a nive- les de crecimiento negativo luego de que desde mitad de 2015 se mantuviera en terreno positivo. Sin embargo, las cosas no resultaron tan malas como lo esperaban los empresarios que pronosticaban, para enero, una caída de la producción industrial de - 0,6 por ciento.
Según la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), el inicio de 2017 ha sido muy difícil para el sector comercio. En particular, se indica que las ventas de febrero tuvieron el peor registro de los últimos 42 meses.
Estas apreciaciones van en línea con los resultados del Dane sobre el comportamiento del comercio minorista en enero del presente año. Según la entidad, a comienzos del año las ventas reales del sector tuvieron una caída de - 2,2 por ciento. Este resultado contrasta con el aumento de 2,4 por ciento registrado doce meses atrás.
No obstante la contracción, el grupo de electrodomésticos, muebles para el hogar y equipos de informática creció 7,3 por ciento y el de alimentos lo hizo en 1,4 por ciento. De igual manera, en enero de 2017 las ventas nominales de los grandes almacenes e hipermercados aumentaron, respecto a enero de 2016, en 6,3 por ciento. Un año atrás la variación fue de 15,0 por ciento.
Frente al panorama de una economía debilitada y que, como lo muestran los indicadores, trata de retomar el rumbo, las autoridades gubernamentales no pueden, en estos momentos de serias dificultades en el campo político, perder la perspectiva de que lo peor que pueda pasarle al país es dejar hundir la economía.
Por tanto, el Gobierno debe centrar (y redoblar) los esfuerzos para asegurar recuperar la senda de crecimiento y desarrollo a través, por ejemplo, de acelerar la ejecución de los proyectos, los programas y las acciones en campos como los de la infraestructura, la construcción y la promoción de las exportaciones