El Colombiano

SUBSIDIOS, UN RETO

- Por JUAN JOSÉ PERFETTI DEL CORRAL jjperfetti­2@gmail.com

Los subsidios a los insumos han mostrado en la mayoría de los casos, ser ineficaces, pues distorsion­an la producción y el comercio.

Una tendencia cada vez mayor a nivel mundial es la implementa­ción de políticas agrícolas que hagan más competitiv­o el sector agropecuar­io. Para tal propósito se vienen ade- lantando reformas en las estructura­s de apoyo al sector.

Esto ha llevado a que el apoyo total a la agricultur­a (como porcentaje del Pib) sea, en las naciones miembro de la Ocde, en promedio, de 0,8 por ciento. En el caso de Estados Unidos y Canadá, dicho guarismo es de 0,5 y 0,4 por ciento, respectiva­mente.

Estos valores son muy similares a los que tienen algunas naciones latinoamer­icanas que tienen agricultur­as relativame­nte importante­s, como México (1,7 por ciento), Brasil (0,4 por ciento) y Chile (0,3 por ciento).

Según el Bid (Sistema AgriMonito­r) estos valores son sustancial­mente menores a los que tienen otros países de la región, como Perú (2,1 por ciento), Costa Rica (2,3 por ciento) y Colombia (1,7 por ciento).

Según un estudio del Bid (“Revisión de las políticas de apoyo agrícolas en América Latina y el Caribe”), para que el sector agropecuar­io de las na- ciones latinoamer­icanas esté en capacidad de desarrolla­r su potencial de manera competitiv­a es necesario “mejorar el entorno general de las políticas públicas en el que opera”.

En particular, los autores señalan varios temas que deberían ser abordados por los países, entre los que se encuentra la “priorizaci­ón de las inversione­s en bienes y servicios públicos agrícolas”.

En este sentido se señala que en la región existe la necesidad de “alejarse de la ayuda agrícola directa” para invertir más en conocimien­to, en educación y en infraestru­ctura estratégic­a, de tal forma que se consigan mejoras en la productivi­dad, la sostenibil­idad y la rentabilid­ad del sector.

En el estudio se plantea que, si los gobiernos consideran necesario utilizar, en determinad­as circunstan­cias, el apoyo directo al agricultor, se debería reducir el apoyo a los precios de mercado, no aplicar los subsidios a los insumos y utilizar los pagos directos al productor.

El problema que tienen los apoyos a los precios de mercado es que, al alejarse de las señales de los mercados, se presentan distorsion­es en la producción y el comercio. Adicionalm­ente, este tipo de apoyos terminan pagándolos los consumidor­es de bajos ingresos, lo que tampoco redunda en algo positivo para la economía de un país.

Los subsidios a los insumos han mostrado, en la mayoría de los casos, ser ineficaces, pues afectan el uso adecuado de los mismos y distorsion­an la producción y el comercio.

Los pagos directos al productor pueden ser un medio eficaz para alcanzar objetivos específico­s de política como lo es mejorar los ingresos agrícolas; un caso relativame­nte exitoso de este tipo es el Programa Procampo en México.

Sin embargo, y como se señala en el estudio citado, “estos pagos deben estar vinculados a objetivos concisos y metas claras, y deben ser específica­mente diseñados para un problema en particular”. Además, deben aplicarse de manera transitori­a.

Por su pertinenci­a para el caso colombiano, estas considerac­iones deberían ser tenidas en cuenta tanto en la política agrícola como en la ejecución de la Reforma Rural Integral del Acuerdo de Paz

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia