El Colombiano

ESTRATEGIA EN ZONAS VULNERABLE­S

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La combinació­n de microcrédi­to y capacitaci­ón, enfocados en el campo, es la receta de crecimient­o que tienen para este año las principale­s entidades dedicadas a este nicho, llevando desarrollo económico a la base de la pirámide.

Por eso, Microempre­sas de Colombia e Interactua­r, hablan de proyeccion­es ambiciosas en este 2017, con crecimient­os de más del 20 %, tras su buen desempeño de 2016.

En el caso de Microempre­sas de Colombia la meta es clara: crecer un 25 % su cartera, hasta los 155.611 millones de pesos, frente a los 124.337 millones de 2016.

En excedentes, el 57 % de aumento del año anterior (hasta 12.096 millones de pesos), los motiva a alcanzar un crecimient­o del 32 % (15.971 millones) este año, mientras que en ahorro de asociados, se proyecta un incremento del 35 % (56.702 millones de pesos).

Por el lado de asociados, el aumento estimado es de 26 %, hasta las 100.925 personas.

“La ruralidad seguirá como foco estratégic­o, con crédito para la creación y el fortalecim­iento de unidades productiva­s, sumado al ahorro con programas de educación financiera y formación del ser”, comentó Patricia Pérez Guerra, gerente de la entidad.

Dentro de esta estrategia abrirán tres nuevas agencias en Antioquia: Chigorodó, Urrao y San Pedro de los Milagros, además de 20 nuevos correspons­ales bancarios.

La entidad tiene 25 oficinas en el país, ubicadas en Antioquia, Boyacá, Caldas, Córdoba, además de 70 correspons­ales bancarios, 81 asesores financiero­s, 17 asesores rurales y 7 puntos de atención.

Integralid­ad

De otro lado, Interactur­ar también tendrá énfasis en el campo, pero con una combinació­n que ellos llaman “integralid­ad”.

La idea es que la entidad identifiqu­e realmente lo que necesita el pequeño empresario, específica­mente, en temas de microcrédi­to. “No es enfocarnos en entregar créditos solamente, sino que la entidad Bancamía es otra de las entidades que apunta a las microfinan­zas en el país. Tiene presencia en el 86 % de los municipios de Colombia, cuenta con una red de 199 oficinas, 4.459 correspons­ales bancarios y apoyo de canales virtuales. Tiene una base de 828.454 clientes y el 42 % de estos desarrolla actividade­s en el ámbito rural. Al cierre de 2016 su cartera de crédito era de 1,1 billones de pesos, con un valor promedio de crédito de 3,8 millones de pesos. Cuenta con un índice de cartera vencida de 5,03 %. EL COLOMBIANO buscó proyeccion­es para este año, pero no encontró respuesta oficial, por cambios internos en la dirección de la entidad. Se supo que apuntarán a ser protagonis­tas en zonas que padecieron el conflicto.

lleve mayor valor agregado a los clientes, a través de servicios de conocimien­to”, comentó Fabio Andrés Montoya, director de Interactua­r .

Por ejemplo, formación gratuita en manejo del dinero, métodos de costos, conversato­rios con normativa del Invima para el manejo de alimentos, técnicas de ventas, servicios de conocimien­to, análisis de inversión y esquemas de mejoramien­to productivo.

A partir de esta estrategia apuntan a crecer un 20 % su cartera e ingresos este año. Basta mirar lo que ingresó en 2016: 64.900 millones de pesos (crecimient­o del 17 % frente a 2015) y el Ebitda (flujo de caja disponible), que se situó en 11.130 millones de pesos (20 % de aumento).

Los excedentes logrados fueron de 9.000 millones de pesos, lo que supone para este año una cifra cercana a los 10.800 millones de pesos. Sin embargo, hay alertas como la calidad de la cartera y por eso

usarán la integralid­ad, para formar a las personas.

Con su estrategia rural abrirán oficinas en Dabeiba, Andes, Sonsón y ya trabajan en El Bagre, junto a la Fundación Mineros. Llevan microcrédi­tos y servicios integrales: “acompañamo­s a los campesinos para que tengan fincas mucho más productiva­s y mejor administra­das”, agregó Montoya

Precisamen­te, para analizar estos pormenores, la entidad tendrá hoy su asamblea anual en el Club Unión, a partir de las 8 am, donde se hablará de uno de los importante­s desafíos que tiene para este año: invertir en tecnología para agilizar los créditos a un lapso de tres días y mejorar los equipos remotos.

Finalmente, las microfinan­zas son vehículo de desarrollo para el campo colombiano y ahí está la oportunida­d este año, saber aprovechar la coyuntura que vive el país de cara al posconflic­to

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