El Colombiano

ASUNTO DE DIGNIDAD

- Por JOHN MARULANDA joterro@gmail.com

Es evidente que el país no se encuentra en ningún posconflic­to, como lo atestiguan la masacre del Chocó que el gobierno de turno endilgó a bandas de narcos, olvidando aclarar que son narcos del eln; los repetidos asesinatos de policías y soldados en Arauca, Catatumbo y otras regiones del país, a cargo del mismo eln que tanto fascina a prelados y curas; las bombas en Bogotá; las repetidas voladuras del oleoducto Caño Limón-Coveñas; el secuestro de funcionari­os, empleados y particular­es por cuenta de hatajos narcotrafi­cantes, dice el Gobierno, desechando que tales son del epl, organizaci­ón marxista leninista maoísta extinguida pero resucitada y en crecimient­o, gracias a la estúpida concesión a las farc de suspender la fumigación aérea de cultivos ilegales.

Para el CICR es “prematuro hablar de una etapa de posconflic­to en Colombia” y el

General McCaffrey lo advierte: “lo que está pasando con los cultivos (…) amenaza con descarrila­r ese progreso”.

Que es poco progreso, pues las estadístic­as de homicidios siguen al nivel de 1986, con un promedio de 29 asesinatos por día, según Medicina Legal.

A lo anterior, agréguense tres factores cruciales que pueden sumirnos en un nuevo ciclo de cruda violencia: la descarada corrupción rampante que deslegitim­a la gobernanza actual; el debilitami­ento logístico y moral de nuestras Fuerzas Militares junto con la falta de carácter de algunos de sus mandos y el desbarajus­te de Venezuela que invita a provo- caciones guerrerist­as como se vio hace pocos días.

No queda sino manifestar nuestra preocupaci­ón, protestar y demostrar el desencanto con un gobernante que prometió una cosa e hizo lo contrario, que está entregando resortes claves del poder a una organizaci­ón narcoterro­rista, cuyos cabecillas ahora impostan de moralistas y sonríen como payasos de circo malo, sabiéndose protegidos por la maquinaria izquierdis­ta de jueces extranjero­s, Cuba, Venezuela y una ignota Noruega asesina de ballenas.

Hoy en día, ¿Quién le cree a Santos? ¿A De la Calle-Jaramillo y Cía. Ltda.? ¿A los congresist­as? ¿A las farc y a Cristo? ¿A quién, realmente, motiva la visita papal? ¿A quién, pero a quién, impresiona un premio Nobel de paz?

Por eso, debemos salir to

dos a la calle este primero de abril, independie­ntemente de gustos, tendencias, membresías o llamados partidista­s. Esta protesta, maliciosam­ente menospreci­ada por los medios gobiernist­as, debe ser el rechazo de los colombiano­s a los cínicos narcoterro­ristas de las farc y a un mandatario sin sentido de Dignidad Patria.

Sigue siendo mayoría ciudadana la que dijo NO y los entreguist­as y los bárbaros tendrán que respetar ese sentimient­o general de animadvers­ión y repugnanci­a. Una minoría que no renuncia a la combinació­n de los métodos de lucha, no nos puede someter a sus chavistas designios venezo-lanizantes con la complicida­d del mal gobierno santista

Hoy en día, ¿Quién le cree a Santos? ¿A De la Calle-Jaramillo y Cía Ltda.? ¿A los congresist­as ? ¿A las farc y a Cristo? ¿A quién, realmente, motiva la visita papal? ¿A quién, pero a quién, impresiona un premio Nobel de paz?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia