Grupo Argos va por las concesiones en EE. UU.
Jorge Mario Velásquez cumplió ayer un año al frente de la holding, y reveló que su filial Odinsa será clave para lograr esa meta de largo plazo.
Para la mayoría de asistentes a la asamblea de Grupo Argos, el pasado jueves en Plaza Mayor, resultaba increíble que quien presidía la reunión, por primera vez para él, fuera hace 33 años un practicante que llegaba a iniciarse en la vida profesional en Cementos Argos.
El viernes, un día después de la reunión, el presidente del Grupo Argos Jorge Mario Velásquez, habló con EL COLOMBIANO sobre lo que han sido sus primeros 365 días como líder de una organización que contabiliza 11.419 empleados directos mediante sus filiales, más de 10.000 accionistas y hace presencia en 18 países (Dicen de...).
En la charla, el empresario repasó los hitos de la compañía en 2016 y reveló los planes que para el año 2025 tienen sus principales unidades de negocio: cemento, energía e infraestructura, que impulsarán para que los activos de la organización pasen de 45 billones a 100 billones de pesos.
Pidió que en el negocio cementero la competencia se dé en igualdad de condiciones, pues denunció el ingreso y comercialización de ese material de construcción, cuya calidad no está garantizada, pues al paracer nadie controla (ver Textualmente).
El año pasado, usted mencionaba que la meta de Cementos Argos era facturar 15.000 millones de dólares en el año 2025. ¿Qué logros deben cumplir las demás filiales?
“Todos las filiales están en una etapa distinta de su viaje de negocios estratégicos. El del cemento es un negocio maduro, con exposición internacional amplia y con presencia en 18 países. El 72 % de ingresos ya provienen del exterior y casi la mitad de su capacidad instalada está en los Estados Unidos. El negocio de energía también está en un proceso interesante de internacionalización, aunque menos intensivo. Está en tres países: Colombia Panamá y Costa Rica, y pasando por un proceso absolutamente maravilloso de reinvención. El sector eléctrico está enfrentado a cambios en su estructura de negocios”.
¿Cómo así?
“Cuando uno mira las fuentes de generación de energía, vemos que estamos pasando de fuentes tradicionales basadas en energías fósiles, a energías limpias basadas en generación hidráulica, solar o eólica. Pero, el asunto no es solamente cómo se genera la energía, sino cómo se consume y, en ese sentido, Celsia está en un proceso de reinvención basado en innovación, con un equipo joven dedicado a inventar”.
Y, ¿cuál es el rumbo que debe seguir Odinsa, el negocio más nuevo del Grupo Argos?
“La apuesta de Odinsa es de largo plazo, enfocada en América Latina. El año pasado avanzamos enormemente en organizar y consolidar una plataforma en que habíamos entrado, para empezar a preparar a Odinsa como un jugador relevante no sólo en Colombia, sino en toda la región”.
Pero, ¿cuáles son las cifras que deben lograr Celsia y Odinsa?
“Todas las filiales están en una trayectoria mega, lo que pasa es que el nivel de ejecución es distinto en cada una de ellas. Yo ambiciono, por ejemplo, para Odinsa que sea un jugador que recorra el mismo camino que recorrió Cementos Argos. Un
jugador que en diez años pueda estar en los Estados Unidos como un operador de concesiones. Una organización que esté en América como un gran operador de aeropuertos. Hoy tenemos en operación los terminales aéreos de Quito y Eldorado, pero, ¿por qué no ser un gran operador en otros terminales de Latinoamérica?”.
“En cifras, queremos llegar a los $100 billones de activos bajo manejo, dos veces y media lo que tenemos actualmente”.
¿Qué le llama tanto la atención de la operación de aeropuertos?
“En Latinoamérica, el tráfico aéreo de pasajeros pasará de unos 300 millones a 650 millones en los próximos diez años, es decir que se va a duplicar o más. El tráfico aéreo de los países de la región se viene incrementando a 2,5 veces el crecimiento del producto interno bruto (PIB). Eso pasa porque hay una gran cantidad de población que tiene una mejor calidad de vida, y está teniendo acceso a la movilización aérea como un medio de transporte más amigable y más eficiente. Yo veo a Odinsa recorriendo ese camino de internacionalización”.
En esa visión a otras latitudes, ¿Celsia también podría ampliar su radio de acción?
“Siempre estamos buscando la posibilidad de ampliarnos. Hoy, la verdad es que se Celsia tiene unos proyectos muy in-
teresantes en tres países (Costa Rica Panamá y Colombia), que son de una cuantía muy importante, pero no renunciamos a mirar otras geografías, ni en Celsia, ni en ninguno de los otros negocios de Grupo”.
En esa línea, ¿contempla alguna posibilidad Celsia de tomar el lugar que dejó Electricaribe en la costa Atlántica?
“Creo que es muy importante para el país y para el sector eléctrico nacional que se solucione el tema de Electricaribe. Y que esa solución sea con total apego a un Estado de derecho como es Colombia. Eso quiere decir con apego a una regulación que existe, que creo que ha sido buena y le ha dado fortaleza al sector eléctrico. Así que cambiar la regulación para solucionar un problema puntual es muy delicado, porque las reglas deben tener visión de largo plazo y ser muy claras. Respondiendo a su pregunta, no estamos mirando a Electricaribe, aunque tenga un mercado muy interesante de dos y medio millones de clientes en nueve departamentos. Pero, Celsia se atiene a un devenir claro y lo que quiere hacer es reinventarse en los temas de servicios para hogares, personas y ciudades, ejecutar los proyectos que tiene. No estamos mirando a Electricaribe”
Con los escándalos que se han desatado en algunas contrataciones de infraes- tructura, ¿le asiste algún temor a Grupo Argos?
“En todas las actividades de la vida, empresarial o personal, uno nunca puede creerse inmune o creer que está más allá del bien o del mal o creerse más arriba del estándar que otros. Tenemos esa visión, una visión de humildad y de decir ‘todo puede mejorarse, todo puede hacerse de una mejor manera’. Entonces, creo que las organizaciones más que tener temores, deben tener conciencia de revisar sus actuaciones, su metodología y que su actuar esté apegado a un deber ser. Por eso estamos atentos y vigilantes, estamos siempre revisando”
“Cada uno de los negocios está en un estado distinto. Todos tienen una conexión, y es que tienen que ver con la infraestructura”.