Competencia en igualdad de condiciones
El mercado cementero en Colombia cambió radicalmente, en los últimos años. Hoy en día tenemos trece competidores en el mercado y nos encanta esa competencia, porque creemos que es fundamental para mejorar en lo que nosotros hacemos todos los días. Queremos llamar la atención, porque en Colombia esa competencia no está siendo muy equilibrada. Por un lado tenemos firmas como la nuestra, haciendo grandes inversiones de capital, generando empleo y un número similar de contratistas. Cumplimos toda la regulación ambiental y con la normativa técnica, invertimos en el país, beneficiamos a las comunidades ubicadas en el área de influencia de nuestras plantas. Es decir, hacemos y cumplimos la tarea. Pero, al mismo tiempo estamos enfrentando una competencia muy compleja de importaciones, pues el año pasado ingresaron 2,5 millones de toneladas de cemento, en muchos casos de países que no cumplen estándares ambientales, ni con es- tándares de seguridad para sus empleados ni trabajadores. Nosotros hacemos unas inversiones muy importantes, destinadas a cuida la vida de nuestros colaboradores. Nuestro es objetivo es que nuestros empleados regresen sanos, cada día a sus hogares, pero estamos compitiendo con un cemento importado en cuyos lugares de origen estas condiciones muchas veces no se cumplen. Ese material está entrando de cualquier manera a puertos colombianos, mientras nosotros hacemos inversiones en equipos de mitigación ambiental. Lo cierto es que en la dinámica del mercado cementero colombiano hay algo que nos preocupa, y es que esos mayores volúmenes de cemento vienen en aumento en los últimos cinco años. Desde que las reglas de juego sean las mismas para todos, bienvenida la competencia. Ya hemos llamado la atención del Gobierno, pero el asunto está allí y nos causa preocupación.