¡LA LETRA CON SANGRE ENTRA!
Con gran malestar recibieron los habitantes de la urbe las medidas de choque adoptadas por la Junta Directiva del Área Metropolitana, para conjurar el gravísimo trance ambiental que estos días soporta el Valle de Aburrá, porque entienden que ellas son improvisadas y coyunturales; en definitiva: impedirles a los ciudadanos usar sus vehículos automotores todo el día no termina por resolver nada.
Pero todavía más disgusto causó la sorpresiva forma como el día lunes y sin dar ninguna explicación convincente, el alcalde Gutiérrez Zuluaga como presidente de ese organismo –nada más y nada menos que al interior de un simposio internacional de instrumentos sobre la calidad del aire–, al desconocer en forma lenguaraz y despectiva los conceptos del Equipo Técnico de dicho ente, revocó la orden del pico y placa de todo el día; se cedió, entonces, a las presiones ejercidas por diversos sectores y se pensó con criterios politiqueros y económicos, no en función del medio ambiente y la seguridad del colectivo social.
Todo pareciera indicar que los noveles gobernadores, no supieran que el fenómeno de la contaminación en este ámbito territorial ha sido objeto de múltiples investigaciones, diagnósticos y seguimientos, desde hace más de cuarenta años, como lo demuestran diversos estados del arte sobre la materia y profundas reflexiones de académicos y científicos adscritos a universidades y entes públicos regionales, entre ellos el Siata, como lo recordó dicha Junta Técnica en misiva de esta misma semana.
Por eso, semejante problemática no se puede abordar de manera parcial y sesgada, sino de forma estructural y con un plan de acción definido; ella requiere de políticas claras que suponen el compromiso decidido de las autoridades y la comunidad entera. Además, téngase en cuenta, la cuestión no solo es propia de las ciudades de este entorno planetario, ubicadas en un lugar geográfico proclive a la acumulación de gases y con ausencia de circulación del aire, porque se trata de una situación que también afecta a otras ciudades del país y existe, dada la irresponsabilidad del ser humano, a lo largo y ancho del planeta. Por esa razón la Organización Mundial de la Salud, afirma que la contaminación mata a millones personas mientras colapsan los sistemas sanitarios; se avecina, pues, la catástrofe global.
Es que –solo para mencionar dos causas externas– a este estrecho Valle también llegan en algunas épocas del año, con cierto tipo de vientos, las partículas de polvo del desierto del Sahara y las nubes tóxicas provenientes de otras latitudes, porque el planeta tierra es un todo y Medellín – por más que los actuales dirigentes difundan ese viejo cañazo–, no es ninguna “tacita de plata” ubicada por fuera del espacio y el tiempo que le da ejemplo de “innovación” y liderazgo al universo.
La dificultad que se vive ahora, pues, es planetaria y el asunto se origina tanto aquí como fuera de este entorno. Por eso, la vida y la salud de todos están en un muy grave peligro, tanto que miles de personas mueren entre nosotros cada año como producto de la creciente contaminación que produce cáncer de pulmón, afecciones respiratorias y cardiovasculares, bronquitis, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y crisis asmáticas.
Así las cosas, la crisis no solo es ambiental sino cultural, económica y social, porque la propia barbarie y el desgano, el lucro desmedido en medio de la insensibilidad y la indolencia, mucho aportan para no poder conducir esta difícil complicación por mejores senderos y lograr, alguna vez, un mejor hábitat para quienes hoy viven en este espacio y sus descendientes.
Sin embargo, como todas estas cosas se ignoran o se dejan de lado, las hinchadas autoridades prefieren pasar de agache y, como ya sucedió con los educadores antiguos, ahora predican que la letra con sangre entra. ¡Hasta en la manera de proceder, pues, se evidencian el más crudo subdesarrollo, la pobreza de ideas, la falta de liderazgo y el atraso!
La dificultad que se vive ahora, pues, es planetaria y el asunto se origina tanto aquí como fuera de este entorno.