PEDAZOS DE FRUTAS EMPACADOS
En los supermercados locales se encuentran frutas en tajadas, empacadas en plástico, algunas ofrecidas en bandejas, como mango. También piña y guanábana. Usan bolsas plásticas para separar productos por cantidad, como papas, zanahorias y frutas. Se observan mazorcas de maíz forradas en plástico o dispuestas en bandejas de espuma. Ofrecen quesos y carnes frías en trozos, en bandejas forradas en plásticos. También yuca empacada al vacío, y pescados. Además tomates cherries en cajas plásticas.
alto, pero no hacerlo también resulta oneroso.
Para Tullo ejemplos como el de las frutas en rebanadas en los supermercados son un uso de sobreempaquetamiento “pero una cosa que tenemos que considerar es que empacar cuesta dinero. Las empresas no invertirían en empaques si no vieran algún valor. Usualmente ese valor se manifiesta en la preservación de alimentos. También tenemos que ser conscientes de que algunas veces el valor es solo estético, los empaques de plástico lucen más atractivos en los estantes de las tiendas”.
El plástico no es el único ele- mento para empacar. “El ají picante siempre viene en vidrio y sospecho que es por las preferencias del consumidor”, agregó.
Los tomates vienen en latas “tal vez porque la industria no obtiene suficientes beneficios que justifique invertir en equipos para empacar en contenedores plásticos”.
Pero otro parece ser el cuento en la disposición de los propios supermercados.
Impacto
El uso de plásticos en general cuesta ambientalmente 75 000 millones de dólares según el PNUMA. Los sectores de alimentos y bebidas refrescantes son los mayores contribuyentes con 23% y 12% del impacto.
La Nueva Economía del Plástico indica que el reciclaje de este material es mucho más reducido que el del papel (58%), el hierro y el acero (70 a 90%). El PET, dentro del grupo, es el de mayores tasas con menos del 50% aunque solo 7% es reciclado botella a botella.
Al reciclar una tonelada adicional de plástico se reducen las emisiones de CO2 equivalente entre 1,1 y 3 toneladas en comparación con producir esa misma cantidad a partir de materia prima virgen de fósiles.
Empaques de alta ingeniería usados solo por unas semanas pero que pasarán cientos de años en un relleno sanitario, como recuerda Conrad MacKerron, del grupo As You Sow, consultor de la Fundación MacArthur.
Para ajustar, al déficit del reciclaje contribuye el etiquetado, que dificulta la reutilización del empaque: colores y marcas en papel adheridas con pegantes que afectan el proceso posterior.
Toneladas
La producción de la industria del plástico se ha multiplicado por 20 desde 1964, alcanzando 311 millones de toneladas en