Sin agilidad en licencias no hay desarrollo
Sin duda, Colombia ha avanzado en la regulación del medio ambiente y todos los colombianos tenemos que entrar en una cultura de protección al ecosistema. Pero, proteger el medio ambiente no significa que no se den las licencias ni que no se puedan hacer los proyectos, porque, entonces, vamos a estar en un ambiente muy protegido y muertos de hambre, pues el país no podrá desarrollarse. Lo que hay que hacer es buscar un equilibrio entre la protección ambiental y la exigencia que se le haga al proyecto mismo de toda la mitigación. Por ejemplo, uno ve lo que hace EPM con los proyectos hidroeléctricos. Ahí el trabajo con los ecosistemas es riguroso. Se destina gran porcentaje de los proyectos a esa mitigación ambiental. Incluso, recuerdo que cuando yo estuve en la compañía sembramos en áreas pertinentes 250.000 matas de guadua. Ahora, ya cuando hay un daño que no se puede mitigar es lógico que se niegue la licencia. Pero, son graves las exigencias y demoras. Ahí pierde el país en competitividad y dinero, pues cuando se niega una licencia, uno o dos años, las consecuencias son graves por el retraso que puede acarrear pérdidas. Es necesario que haya agilidad y que se entienda que lo que requiere licencia ambiental necesita celeridad para que los proyectos se puedan desarrollar haciendo todas las exigencias. Además, debe haber coordinación entre el Gobierno y la Anla. Otro aspecto complejo con esa autoridad son las consultas. Y es que ya no es solo ese requisito, sino que se convierten en obligación. La cultura de protección del medio ambiente está sobre todo, pero la Anla tiene que entender que debe ser ágil, porque sino el país no se desarrolla.