La Anla debe integrarse con los ministerios
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales no debe entregar la licencia para las líneas de transmisión de Hidroituango. Y no lo debe hacer, por lo queque se repite con otras empresas, y es que no actúan de buena fe cuando presentan una solicitud de licencia ambiental: le es aprobada y tiene que ser modificada, como con Hidroituango, en 16 ocasiones hasta hoy. Eso implica que el proyecto inicial que se aprobó sea muy distinto al que en este momento se está desarrollando, no solo en impactos físicos, bióticos y sociales sino en términos financieros, por eso el sobrecosto que tiene hoy el proyecto. Hay ausencia de control de la Anla y no es que a las empresas se les dificulte cumplir las normas, sino que son muy laxas y necesitamos una normatividad más estricta que realmente nos proteja de una avalancha como la que acaba de ocurrir en Mocoa. Mientras la normatividad sea laxa y las dificultades del país para hacer que se cumpla, seguirán ocurriendo estas grandes catástrofes. En la cuenca del Cauca hay riesgo por esa intervención que se hace con Hidroituango. La Anla es una institución necesaria, pero que tiene que fortalecerse, porque al parecer le da miedo hablarle a las empresas. Y la manera como se fortalece es integrándose con todos los ministerios. Y la autoridad no es un obstáculo para las empresas. Es absolutamente necesaria, porque cuando no existe normatividad y control ocurren desgracias como la que hoy se le achaca a la naturaleza y que tiene que ver con problemas políticos y humanos al no entender los ecosistemas de los que hacemos parte. No son suficientes los requisitos exigidos para proteger a las personas. Se necesita más control. No hay coherencia en términos de intervenciones ambientales.