El Colombiano

Pescado caro por el invierno

Los comerciant­es de Medellín señalan que la escasez de variedades como trucha, tilapia y bagre han causado alzas de hasta el 15 % en su precio.

- Por FERNEY ARIAS JIMÉNEZ JULIO CÉSAR HERRERA

Los precios de la trucha, el bagre y la tilapia registran aumentos hasta del 15 % en Semana Santa, la época del año en la que más se consume este alimento en Colombia.

¿De quién es la cachama? La pregunta la hace uno de los vendedores de pescado del sector 12 de la Plaza Minorista, donde están localizado­s los puestos de venta de este alimento.

El pez descamado pesa casi tres kilos y la negociació­n entre cliente y vendedor se centra en los 18.000 pesos que ofrece el primero y los 21.000 pesos que aspira obtener el segundo.

Del lado de un mostrador, uno de los comerciant­es exclama: “la gente no entiende que por estos días el pescado está caro por el invierno, pues con las crecientes en ríos y quebradas el animal se esconde. Es más difícil pescarlo y se pone escaso”.

Pero si por el lado de la producción nacional hay mayores costos en variedades como la trucha, la tilapia y el bagre, la oferta importada no es más económica. Hay una excepción: el filete del basa, variedad asiática que no supera los 9.000 pesos el kilo, aunque también subió frente a meses anteriores.

Las cifras oficiales de la Autoridad Nacional de Acuicultur­a y Pesca (Aunap) dicen que llega por puertos el 77,5 % de las cerca de 256 mil toneladas de pescado que se come el país al año. Con todo, no hay cifra cierta de cuántas toneladas se come Medellín, sea pescado criollo o importado.

No obstante, la oferta de los negocios de La Minorista es amplia: bagre, bocachico, tilapia, salmón, trucha, pargo, sierra, merluza, róbalo, nicuro, doncella, así como camarón, langostino y pescado seco.

El listado lo recita de memoria Fredy Hernández Romero, economista y empleado de la Pescadería Río Claro. En la expresión de este guajiro se nota que disfruta el oficio, pese a distar mucho de sus aspiración de especializ­arse en Gerencia Financiera, en Uniremingt­on.

Aconseja con gusto a quienes preguntan qué tipo de pescado debe llevar para preparar un sancocho, freír o hacer un cebiche. Incluso recomienda tener cuidado a la hora de comprar el pescado y que no vaya a estar malo (ver ¿Cómo funciona?).

A juicio del novato vendedor, ayer en la mañana, el flujo de compradore­s era alto. Pero los más veteranos en fechas como el Miércoles o Jueves Santos recuerdan que antes era difícil moverse en la Plaza, pues era el único sitio de Medellín en que se vendía pescado.

Ahora se ofrece en supermerca­dos, carnicería­s, dece-

nas de pescadería­s del Centro. Lo más vendido hace 30 años era el bagre pequeño, la tilapia no existía, y también abundaban la doncella y el bocachico criollo. Este último ahora se trae de Argentina.

Tilapia roja, muy apeticida

Por los pasillos de La Minorista otros dos trabajador­es arrastran entre la gente una carretilla. Movilizan unos 100 kilos de tilapia roja.

Dicen que acaba de llegar de un cultivo de peces en Cundinamar­ca. Este producto, afirma Hernández, es el de mayor demanda en esta época, por el buen sabor y facilidade­s para la preparació­n.

El Sipsa, el sistema de precios del Dane para medir a cómo se venden los alimentos en las plazas del país, indica que en la última semana asubió el precio de la tilapia roja entera fresca. ¿La razón?, sencilla: “el incremento de la demanda debido a la Semana Santa”. En Medellín, el costo del kilo de tilapia roja osciló entre los 11.000 pesos (entera) y los 16.000 pesos (filete), concluye el informe oficial.

Se multiplica el consumo

El director de la Aunap, Otto Polanco Rengifo, sostiene que durante Semana Santa los colombiano­s consumen tres o cuatro veces más pescado de lo habitual. También destaca que si hoy la cifra de consumo por persona anualmente en el país supera los 6,7 kilos, quiere decir que éste será un buen año para los pescadores y comerciali­zadores.

Hoy, con más público que ayer, Hernández y sus colegas de La Minorista ofrecerán cachama de río, especie que hacía tiempo no se comerciali­zaba por su escasez. También sorprender­án a quienes busquen salmón, variedad importada, que en 2016 costaba 27.250 pesos el kilo y ya subió a 46.500 pesos.

A su turno, desde la Distribuid­ora el Amazonas, una importador­a de la Central Mayorista de Antioquia, Edwin Sierra, comenta que por dificultad­es en abastecimi­ento de este producto desde Chile, su costo se ha elevado, aunque tiende a bajar en próximas semanas. Añade que pese al dólar caro, otros productos de mar importados mantienen estabilida­d en precios.

En todo caso, en la Minorista y la Mayorista tienen la oferta a la orden para la subienda de ventas entre quienes, por creencia, gusto o tradición, pondrán mañana en su mesa un filete de pescado

“El comprador tiene que estar atento, principalm­ente, al color y olor del pescado. En eso están las claves para que la compra de pescado quede bien hecha”. FREDY HERNÁNDEZ Vendedor de pescado.

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FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
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FOTO La venta de pescado en La Minorista cumple con las condicione­s de higiene, que dan seguridad al cliente.

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