Vivamos con armonía y paz la Semana Santa
Como todos sabemos la Semana Santa es un tiempo muy importante para el que quiera asumir su vida con seriedad y quiera igualmente entender su compromiso en la sociedad. La Semana Santa nos pone el ejemplo de Cristo, un hombre libre, bien situado en el mundo, profundamente integrado a la humanidad. El secreto de la vida de Jesús es realzar en todo momento el proyecto de Dios, el plan de Dios y su voluntad. Es esto lo que le da una fortaleza interior, una gran capacidad de conocer a los seres humanos en su más profunda intimidad y un amor sin medida para entregarse por los demás. Esta no es otra Semana Santa, es la Semana Santa que vemos hoy como una gran oportunidad para realizarnos plenamente y para pensar una sociedad en la que todos podamos vivir como seres humanos, construyendo un tejido social en el que valores esenciales como la verdad, la justicia, la solidaridad y la libertad hagan posible una vida digna para todos. La Semana Santa debe ayudarnos a trascender, a buscar a Dios. Desde Él la historia tiene sentido, la vida tiene sentido. Nos comprometemos con una visión ética, responsable en la construcción de una mejor vida para todos. La iglesia convoca a la comunidad católica para que viva este tiempo como un tiempo de profunda espiritualidad, para que recapacitemos. Por lo mismo, mi invitación es para que descubramos el sentido profundo, el valor grande de la Semana Santa y asumamos estos días con toda la responsabilidad.