Puerto Antioquia, a la espera de que fluya dinero de los bancos
En junio empieza la construcción de este terminal marítimo, que costará 550 millones de dólares.
En junio de este año, Puerto Antioquia espera iniciar obras y el proyecto genera expectativa en el sector bananero, que aspira a reducir los costos de exportación de la fruta. En la actualidad, el banano a exportar debe transportarse por un canal hacia barcos situados mar adentro en viajes de más de cinco horas, los cuales se evitarían con un puerto cercano a la costa.
Otros factores que juegan a favor del megaproyecto son la construcción de Mar 1 y Mar 2, de Autopistas de la Prosperidad, el túnel del Toyo y las mejoras en la vía, con los cuales Urabá quedará a menos de cinco horas de viaje desde Medellín, algo impensado seis años atrás, cuando cualquier viaje por tierra demoraba más de ocho horas, y eso si no había derrumbes que obstaculizaran el paso por días enteros. El puerto también será un dinamizador del empleo.
La promesa de que en mitad de año se inician las obras del puerto la sustenta el concesionario (Pio SAS) en que el pasado 30 de marzo recibió la oferta de precio final para la construcción (550 millones de dólares, equivalentes a un billón 579.902 millones de pesos al cambio actual) y se avanza en la tarea de conseguir la financiación bancaria, que garantizará el flujo de dinero para iniciar los trabajos.
“Después de que anunciáramos (en noviembre de 2016) la selección del contratista
para la etapa de ingeniería y construcción, estamos presentando, a la banca nacional e internacional, las solicitudes de fondo para lograr el cierre financiero en los próximos tres meses”, expresó Andrés Felipe Bustos Isaza, director ejecutivo del proyecto.
La flujo de caja se reflejará de inmediato, pues al instante arranca la contratación de personal y se inicia construcción. El tema de los predios está resuelto, pues estos fueron adquiridos por Pio SAS en 2016.
El contratista es el consorcio conformado por la unión de las empresas Saipem de Francia y Termotécnica Coindustrial S.A de Colombia y su selección se realizó mediante un proceso que tardó 18 meses, en el que participaron cinco aspirantes, confirmó Óscar Isaza Benjumea, presidente de Pio SAS (Puertos, Inversiones y Obras S.A.S.) y gerente general del proyecto.
Las obras tienen un retraso de seis meses, pues se esperaba arrancar construcción a finales de 2016, pero hubo demoras en la selección del contratista, explicó Andrés Felipe Bustos. En su primera etapa, generará 1.800 empleos y 1.200 durante su operación.
Licencias ambientales
Bustos ratificó que el proyecto ya tiene las licencias ambientales para las distintas etapas constructivas, las cuales les fueron otorgadas en febrero de este año para manejar contenedores secos y refrigerados, carga general, graneles, vehículos y líquidos no hidrocarburos (petróleo o gasolina). La concesión la obtuvo en 2015 por 30 años.
Sobre los beneficios de Puerto Antioquia, Juan Camilo Restrepo, presidente de la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura), señaló que el proceso que utiliza la agroindustria en Urabá, si bien es artesanal, es eficaz y eficiente. Sin embargo, adelantó que, en su momento, se evaluará la conveniencia o no de cambiar.
“El puerto en Urabá es un sueño de los antioqueños que pasa a la realidad. Cuando esté construido vendrán discusiones internas de carácter comercial, sobre cómo se va a movilizar el banano. Es un tema de cifras, pero no nos
130
hectáreas de área se proyecta que estarán construidos en altamar.
30
hectáreas en tierra firme se encuentran listas para hacer parte de Puerto Antioquia.
podemos adelantar”, comentó.
En declaraciones publicadas en la página internet de Puerto Antioquia, Juan Luis
Cardona, presidente de Unibán, estimó que por el nuevo puerto, la exportación de la fruta puede reducir los costos de logística entre 30 % y 40 %.
En Urabá hay 1’000.000 de hectáreas con vocación agroindustrial. El promedio de exportaciones de la fruta al año es 2’000.000 de tonela- das. En 2016, toda la industria del banano generó ingresos por $811 millones de dólares, con la Unión Europea como principal destino (76 % del producido), según Juan Camilo Restrepo.
En la subregión (11 municipios y más de 600.000 habitantes), 22.000 personas trabajan directamente en el sector bananero y 130.000 lo hacen de manera indirecta, confirmó el presidente de Augura.
Puerto Antioquia también podrá servir a la exportación de café y otros productos del interior del país, pues esta infraestructura está ubicada, estratégicamente, un 40 % más cerca de los centros de producción que los demás puertos de Colombia.
Avances en lo social
En Nueva Colonia, corregimiento de Turbo donde se construirá, reina la expectativa, pues por años ha sido una comunidad marginada y el puerto traerá desarrollo en materia vial, en infraestructura de servicios y en educación.
Igual que con las Autopistas de la Prosperidad y el mejoramiento de la Vía Panamericana, no han salido voces que se opongan a este proyecto, que se suma a obras como las sedes de la Universidad de Antioquia construidas en Apartadó, Turbo y Carepa, en las que se invirtieron $34.000 millones y donde se alistan 1.500 alumnos enfocados en ciencias agropecuarias y del mar. Todos estos proyectos hacen justicia con una región que en tres décadas de violencia sufrió 118 masacres y 213 mil personas fueron desplazadas, según el Centro Nacional de Memoria Histórica.
Hace dos semanas, la sociedad promotora del puerto viajó a Buenaventura con una delegación de ciudadanos del corregimiento para que observaran los cambios e impactos que vendrán cuando la infraestructura entre a operar.
Nueva Colonia está a media hora de la vía a Urabá y su mayor riqueza hídrica es el río León. Sus pobladores son pescadores y agricultores, pero ya muchos quieren cambiar de oficio, pues el pescado allí cada vez escasea más por las malas prácticas de los pescadores, la pesca industrial y la contaminación de los ríos, que arrastran pesticidas y sedimentos, lo que motivó el inicio del estudio Lineamientos prioritarios para la formulación de un ordenamiento pesquero del Golfo de Urabá, adelantado por la Universidad de Antioquia con apoyo de la Autoridad Nacional de Pesca, el
cual está en marcha.
Grupo de Biología de la Universidad Nacional, en un recorrido desde Urabá hasta La Guajira, concluyó que en los últimos 45 años, la masa de peces en las aguas del país se ha reducido tres veces. Ese impacto, sin tener un conteo exacto, se ha visto en el municipio de Turbo y otros de la región. Por eso, Adalberto Valde
rrama, residente en Nueva Colonia, señala que con el puerto, “los muchachos van a tener oportunidades, porque ya ellos no anhelan ser campesinos o pescadores sino trabajar en cosas grandes”.
Él es beneficiario de un complejo habitacional levantado en el sitio El Canal, donde fueron reubicadas 36 familias -porque vivían en la zona que ocupará el puerto-, en apartamentos de 96 metros cuadrados, la mitad construidos y la otra mitad para ampliaciones.
La unidad, con su nombre, hace honor al empresario antioqueño Guillermo Henríquez Ga
llo, expresidente de Augura fallecido el 26 de septiembre de 2016 y quien fue de los pioneros en avizorar para Urabá la construcción de este puerto, al punto que motivó al empresario Ós
car Isaza para que se le midiera a ejecutar el proyecto en Turbo.
Estas personas habitaban casas humildes, construidas en madera, y pasaron a vivir en inmuebles de material. Muchos trabajarán en el puerto y dejarán años de olvido y violencia, que sembraron pobreza y abandono
“Este proyecto va firme, ya ajustamos tres años de trabajo y solo hemos recibido apoyo del Estado y las comunidades”. ANDRÉS BUSTOS ISAZA Director ejecutivo de Puerto Antioquia