UNITED AIRLINES NO ESTÁ SOLA
United Airlines se encontró en el centro de una controversia de medios sociales esta semana, después de que se volvió viral un horroroso video que muestra a un médico siendo expulsado a la fuerza de su asiento en uno de sus aviones. El hombre, según informes publicados, fue seleccionado al azar para ser removido del vuelo porque la aerolínea tenía que transportar a cuatro empleados en el vuelo que estaba a capacidad. El médico se negó, oficiales de la aerolínea llamaron a las autoridades, y oficiales de seguridad lo arrastraron del avión.
Con demasiada frecuencia nos sentimos impotentes, tanto política como económicamente. Una encuesta de Gallup en el 2015 encontró que grandes mayorías de americanos estaban de acuerdo con declaraciones como que el Congreso “está fuera de foco con los americanos comunes” y “enfocados en las necesidades de intereses especiales”.
¿Y esto qué tiene que ver con United? Bueno, la mayoría de nosotros no se enfrenta con el gobierno a diario. Sin embargo sí vivimos la vida como consumidores. Y nuestro trato es tanto cada vez más irrespetuoso y reflejo de la creciente división de ingresos de nuestra sociedad.
En 2017, con frecuencia parece que el consumidor es la parte menos importante de la transacción, a no ser que éste esté pagando mucho, mucho dinero.
Este gran sorteo económico está en flagrante exhibición cuando volamos. Las aerolíneas al parecer siempre se están ingeniando nuevas e innovadoras formas de consentir a un grupo cada vez más pequeño, mientras que tratan a la mayoría de los pasajeros con cada vez más desacato. United Airlines es demasiado típica. La aerolínea recientemente inauguró camas plegables para sus pasajeros ejecutivos, completas, con luces ambientales, apoyos lumbares ajustables y ropa de cama. Pero a los viajeros de clase económica los sujetan constantemente a cobros por servicios mínimos.
La disculpa inicial de United por esta reciente ofensa simplemente refuerza el caso que dice que están menos interesados en los viajeros ordinarios. La compañía, la cual reportó US$ 2,3 mil millones en ingresos netos el año pasado, no está emitiendo un mea culpa sincero. el presidente de United, Óscar Muñoz, dijo que pedía disculpas por “tener que reacomodar” al pasajero y que la aerolínea estaba trabajando con las autoridades para descubrir lo que había sucedido, pero no admitió que permitir que oficiales físicamente manipulen a un pasajero está equivocado. Una declaración subsecuente ofreció una disculpa mucho más plena.
La misma dinámica se manifiesta en nuestras vidas políticas. En un estudio publicado en 2014 descubrieron que las políticas gubernamentales y las acciones rara vez reflejaban el sentimiento mayoritario, sino que favorecían a los intereses corporativos y a los estadounidenses más ricos.
Hay también una lección positiva, en cuanto a que los americanos comunes tienen acceso a mayor publicidad y, ojalá, recursos, que en cualquier otra época, cortesía de los medios sociales. Finalmente, hay una narrativa de privilegio en juego. Más de unos pocos señalaron que este contratiempo probablemente no habría recibido tanta atención si el pasajero reticente fuera pobre o afroamericano. O podría haber sido tratado de manera diferente si fuera blanco.
Sí podemos decirles a las personas que se perciben como privilegiadas que se acostumbren al tratamiento de segunda clase que los más pobres que ellos han venido recibiendo durante mucho tiempo. Pero parece ser una mejor apuesta, tanto éticamente como por el bien de nuestros futuros, mejorar las condiciones para todos
Parece ser una mejor apuesta, tanto éticamente como por el bien de nuestros futuros, mejorar las condiciones para todos.