La vida a través de un inmigrante en el cine
Este filme, coproducido con Colombia, se estrena el 22 de abril en el Festival de cine de Tribeca.
Nico es un actor argentino que huye de un amor. Que a pesar de ser reconocido en su país natal, decide viajar a Nueva York para probar suerte como lo hacen millones de inmigrantes tanto latinos como de otras partes del globo.
Allí inicia su travesía en búsqueda de un trabajo como actor, pero antes deberá hacer otros oficios como el de niñero, para mantener con vida su sueño. Es el ejemplo de la vida de muchos que como él luchan por no dejarse tragar de aquella ciudad inmensa.
Es esta una parte de la historia que se cuenta en la película Nadie nos mira, dirigida por la realizadora argentina Julia Solomonoff y coproducida por Estados Unidos, España, Argentina, Brasil y Colombia, este último país representado por la antioqueña Natalia Agudelo Campillo y su productora MadLove.
Natalia conversa sobre el filme, que tendrá como escenario para su estreno mundial el Festival de Cine de Tribeca, en Nueva York el 22 de abril, y que competirá en la sección de Narrativas.
¿Qué trata de decir Nadie nos mira?
“La película muestra un tema como lo es la inmigración, muestra como Nico pasa por un proceso de pertener y no pertenecer al lugar. De encontrarse en una ciudad muy grande, luminosa, y a la vez complicada. Es una cinta que se acerca a la realidad de muchas personas en Nueva York que buscan su sueño, pero que tienen otros trabajos paralelos para poder mantenerse allá. Nadie nos mira se encuentra además en una coyuntura política con Trump y sus decisiones sobre los inmigrantes. Llevamos a Tribeca un gran mensaje”.
¿Cómo fue el trabajo de MadLove durante la producción del filme?
“La producción de la película estuvo a cargo de varios países, lo que hace este trabajo algo mucho más interesante. Nos hablamos por Skype y otras plataformas para coordinar las obligaciones de cada uno y empezar a ‘nacionalizar’ la película, es decir, traer a bordo profesionales de cada país.
En nuestro caso las actrices Paola Baldión y Maité Montero, quien es la Gaitera de Carlos Vives, así como personas que trabajan detrás de cámaras como el caleño Alejandro Fabregas, quien estuvo a cargo del sonido y viajó a todas los lugares.
En principio fuimos tres países: Argentina, Brasil y Colombia, pero luego se agregaron al equipo Estados Unidos y España. Como Colombia, aplicamos al estímulo de coproducciones minoritarias del Fondo para el Desarrolo Cinematográfico, que ganamos, así como los demás países recibieron otros apoyos”.
¿Y el rodaje?
“Fue toda una aventura y una labor muy larga ya que la película transcurre en un año y grabamos fragmentos en verano y otoño en Nueva York así como en el verano de Buenos Aires. Además, con el vaivén de la tasa de cambio, el tema del dinero trabajando con pesos colombianos, pesos argentinos y reales brasileños fue muy
loco. Al final logramos hacer la película con mucho esfuerzo”.
¿Habían trabajado antes con la directora Julia Solomonoff?
“No, pero fue un golpe de suerte poderlo hacer. Yo estaba buscando con mi compañero Nicolás Herreño Leal producir una película y estábamos mirando diferentes guiones. Nos presentaron a Julia y nos contaron que buscaban productores colombianos. Al ver el guion de Nadie nos mira estuvimos de acuerdo en que era una histo-