¿Sí será posible el fútbol sin policías?
¿Será capaz la Dimayor de jugar los partidos a puerta cerrada o suspender sus torneos si el Congreso de la República aprueba el reglamento del nuevo Código de Policía, que obligaría a los clubes a contratar empresas privadas de vigilancia para ofrecer la seguridad en los estadios?
Las alarmas se volvieron a encender ayer tras una reunión en Bogotá, en la que el ente que regula el balompié expresó preocupación y rechazo al reglamento en estudio. “La medida, además de implicar una disminución en las condiciones de seguridad en estos espectáculos públicos, hace inviable la actividad de los clubes profesionales al asumir funciones que son competencia exclusiva de la Policía Nacional”, aseguró la Dimayor en el comunicado.
En la actualidad, los clubes solo asumen los gastos de refrigerios para los agentes. Es decir, que para un clásico regional, por ejemplo, el equipo que haga las veces de local tendría que pagar cerca de 1.200 personas de vigilancia.
La entidad “ya agotó el conducto regular de queja ante la Comisión Nacional de Seguridad, Comodidad y Convivencia del Fútbol sin lograr respuesta alguna”. La última palabra la tiene el Congreso.
En Nacional, DIM y Envigado no fue posible obtener una posición oficial sobre el tema