Voto francés repercute en toda la UE
La importancia de la segunda vuelta de los comicios en Francia es recalcada por internacionalistas.
¿Por qué el bloque está expectante con las elecciones de Francia? Frenar a la aspirante Marine Le Pen significaría salir fortalecido tras los tiempos de crisis.
Contrario al favoritismo con que la populista Marine Le Pen llegó a la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas el pasado domingo 23 de abril, lo que resta de campaña la hace remar contra la corriente de todos los pronósticos. Su directo rival, el liberal Emmanuel Macron, no solo le ganó en la reciente ronda electoral —con 24 % de la votación frente a 21 % para la líder del Frente Nacional—, sino que ahora aglutina los apoyos de practicamente todos los partidos del espectro político.
Hasta la derecha tradicional lo apoya e hizo un llamado a votar por el exministro de Economía del gobierno de Francois Hollande. Los sondeos de opinión, por su parte, auguran una apabullante victoria por más de 20 puntos, el más reciente de Ipsos da a Macron un 62 % frente a 38 % para Le Pen en la cita electoral del 7 de mayo.
En ese caso, ¿se salvó la Unión Europea (UE) y debe respirar tranquila al saber que, posiblemente, uno de sus países cruciales evitó un viraje ultranacionalista y la salida de Francia del bloque como propone Le Pen? Expertos dieron su opinión.
Triunfo para la moral
En caso de que los sondeos acierten en su vaticinio y Macron frene a Marine Le Pen, la institucionalidad europea
puede anotar un hecho positivo tras años estancada por la crisis económica en varios de sus países y la actual calamidad humanitaria que sufren cientos de miles de inmigrantes provenientes de África y Medio Oriente. Así lo cree Emilio Viano, docente de política internacional de la American University (Washington).
“Para Francia sería una locura abandonar el rol de liderazgo que tiene en la Unión Europea. Macron claramente se opone a las ideas de Le Pen. En caso de que el exministro gane se tratará de un fortalecimiento, una reafirmación de la unidad europea y del papel que tiene Francia en ella”, afirmó.
Juan David Escobar, director del Centro de Pensamiento Estratégico de la Universidad Eafit, coincidió: “no se trataría de un triunfo, pero sí de un respiro de la UE. Es alejar una amenaza contra sus instituciones, que en caso contrario quedarían muy maltrechas”.
Prudencia en lo que sigue
A pesar de que los sondeos indicaban lo contrario, en 2016 Trump llegó al poder en EE. UU. y los británicos avalaron el Brexit en resultados electorales sorpresivos. Francia está en guardia contra tal escenario y se mantiene la prudencia al opinar sobre lo ocurrirá de aquí al 7 de mayo.
Para Yann Basset, director del Observatorio de Procesos Electorales de la Universidad del Rosario, la lucha está de la mano de Macron y las fuerzas favorables a la UE, pero Le Pen tiene un pequeño margen de maniobra.
“Ella seguramente pasará ahora a mostrar a Macron como un candidato del sistema y un continuista de las políticas de Hollande, intentando frenar las tendencias que ya lo dan como ganador. Se mostrará como una figura popular, como la única que puede cambiar el sistema”, dijo.
“En cualquier caso, comparado a lo que ocurrió en Estados Unidos, Le Pen no es vista tanto por los franceses como una política ajena al sistema. La situación es muy distinta”, agregó.
A la espera de lo que ocurra, Francia sabe en todo caso que la cita del 7 de mayo no solo es crucial para su futuro, sino mucho más para el proyecto continental de la UE y el balance entre fuerzas globalizadas y ultranacionalistas