Criminal actuó sin piedad en El Pesebre
Psicólogos explican conductas asesinas, mientras autoridades buscan a homicida de una mujer y dos niños.
Asuntos culturales y sociales, como la creencia de que la mujer es un objeto que le pertenece al hombre, hacen que, en muchos casos, este actúe con violencia contra ella y sus hijos.
Esta es una de las conclusiones a que llegan especialistas consultados por EL COLOMBIANO ante recientes hechos de violencia en Medellín, en los que fueron asesinadas mujeres a manos de sus exparejas.
El sicólogo clínico Juan Carlos Posada Mejía dice que situaciones como esta se dan por muchos factores, entre estos una baja capacidad de tolerancia a la frustración, propia de personas que no admiten perder y se vuelven agresivas. “Cuando hay problemas pasionales, estas personas creen que al eliminar la pareja, o sea el objeto de deseo, le quitan a otro la posibilidad de que la disfruten, si no es para ellos no es para nadie”.
Pudo ocurrir -dice- que el sujeto, por alguna situación, se enfureció, perdió el control y afloró su instinto asesino, y en un estado de intenso dolor, el sistema cerebral se nubló y cometió el delito. Advierte que en la cultura actual, los jóvenes tienen poca tolerancia y acuden a las vías de hecho para finiquitar los pleitos.
“También pudo haber celotipia, una situación que está muy disparada y que lleva a los asesinatos de las parejas sentimentales”.
Otra visión
El concejal y psiquiatra Ramón Emilio Acevedo asegura que, por lo general, una persona que comete estos actos, en su infancia fue agredida y violentada.
“También aparecen problemas mentales, esquizofrenia, paranoia y enfermedad maniacodepresiva, que combinada con cuadros de celoti- mujeres habían sido asesinadas hasta ayer en el Valle de Aburrá.
pia y consumo de drogas o alcohol, hacen que emerja la personalidad violenta, se pierde el control y se llega a atentar contra la pareja y hasta con los hijos”.
Acevedo añade que la dependencia emocional y económica de muchas mujeres las lleva a ser tolerantes con sujetos maltratadores, que al final se sienten sus dueños y cualquier situación que acti- años tenía Leidy Laura Burgos, una menor asesinada el sábado en Aranjuez.
ve sus celos les despierta el espíritu violento.
“Al celotípico, cualquier explicación que le da la pareja le parece más una justificación a la presunta infidelidad y entra en estado de ira y agrede”, señala el profesional.
En El Pesebre
Aunque para las autoridades parece estar claro quién fue el autor del asesinato de una mujer y sus dos hijos, de 11 y 13 años, el fin de semana en el barrio El Pesebre, occidente de Medellín, la forma como se desataron los hechos y el momento exacto son un dilema.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, precisó que se trata del excompañero sentimental de la mujer víctima, y el secretario de Seguridad, Gustavo Villegas, señaló que se tiene información para dar con el paradero del autor.
“Se trata de un caso de violencia intrafamiliar, tenemos grupos de inteligencia trabajando de manera permanente, recogiendo evidencias y pruebas que van a servir mucho para capturar al responsable”, afirmó el funcionario.
En el barrio, de escalas
empinadas al borde de la quebrada La Iguaná, había corrillos de personas asombradas por la situación.
A la mujer víctima, identificada como Sandra Patricia Córdoba Mosquera, de unos 30 años, nadie la conocía en el barrio. Menos a sus dos hijos, aunque sí al presunto agresor.
El escenario donde ocurrió el triple crimen es una pequeña vivienda, en la carrera 85D número 58CC-59, donde residían una mujer y dos niños con el presunto homicida. Según la versión de las autoridades, el pasado fin de semana el hombre quedó solo allí, pues su compañera viajó a un municipio con sus dos hijos.
Aprovechando que no tenía compañía, el sujeto, un afrodescendiente de unos treinta años, citó a su excompañera sentimental con la excusa de celebrarle el cumpleaños al hijo mayor de esta. La mujer acudió a la cita y llegó el sábado a la vivienda con sus dos hijos.
“La música empezó a sonar a las 7:00 de la noche y se oía fuerte, la bulla era mucha”, por lo cual nadie oyó los disparos, relató una mujer del sector, que no quiso decir su nombre.
Aparentemente, por lo que relatan los vecinos, la música se apagó hacia las 11: 00 de la noche del sábado. Y el domingo el día transcurría con tranquilidad, nadie sospechaba nada, hasta que la pareja actual del presunto asesino hizo su aparición en la casa. Y al ingresar, se topó con la escena de las tres víctimas, ante lo cual dio aviso de inmediato a las autoridades