El Colombiano

100 días de Trump no esperanzan­como con Obama

Contradicc­iones, algunos fracasos, y triunfos agridulces marcan el inicio del mandato más impopular en la historia reciente de Estados Unidos.

- Por DANIEL ARMIROLA R. EMERS

Un sabor avinagrado le queda a la administra­ción Trump hoy, que se cumplen 100 días desde que el polémico magnate asumió el máximo cargo de Estados Unidos. Con 40 % de aprobación según la última encuesta de Gallup (23 de abril), o 41 % para CBS (26 de abril), el mandatario actual es el más impopular desde que ese tipo de sondeos empezaron a medir la opinión de los estadounid­enses cada vez que se cumple el centenar de días de los nuevos gobiernos (1945).

“Se trata de la calificaci­ón más baja de cualquier presidente en nuestra historia moderna”, califican medios tradiciona­les como The Washington Post y la revista Time.

¿ Cuál es el balance que deja Donald Trump al cumplirse ese lapso de tiempo al frente de una de las naciones más poderosas del globo? EL COLOMBIANO abordó con expertos los distintos ámbitos en los que el magnate pudo haber dejado altas o bajas. SIN ESTRATEGIA INTERNACIO­NAL CLARA Acciones como el bombardeo contra el régimen de Bashar al Asad en Siria, la “Madre de todas las bombas” en Afganistán y el envío de buques hacia Corea muestran un viraje en política exterior que muchos sectores aplaudiero­n. No obstante, a medida que pasan los días ese optimismo está dejando para muchos paso a la incertidum­bre. Tal como recalcaron expertos, persisten las dudas sobre si Trump tiene realmente una estrategia a largo plazo al realizar acciones tan contundent­es.

“Trump ha reculado en muchas decisiones de política exterior. Él se mostraba en campaña como un aislacioni­sta. Esto es que, a su mando, el país no se iba a meter con nadie. Pero hoy se ve cómo ha militariza­do el mundo, esa diplomacia coercitiva todavía no tiene claro su desenlace. Trump se ve improvisan­do, pero no hay una estrategia de fondo”, afirmó Germán Sahid, internacio­nalista y docente de la Universida­d del Rosario, DEROGAR LA LEY DE SALUD, EL OBAMACARE Desde la campaña, Trump anunció sus intencione­s de acabar con la ley sanitaria del expresiden­te Barack Obama porque, según él, este programa necesita mucha inversión de capital para que funcione; sin embargo, ese fue su primer revés al llegar a la Casa Blanca. No logró apoyos mayoritari­os en el Congreso.

Patricio Navia, politólogo chileno y docente de la Universida­d de Nueva York (NYU) afirmó que “Trump ha logrado muchos menos resultados de los que prometió. Por tanto es decepciona­nte para quienes lo apoyan, porque no ha materializ­ado sus promesas”. EN ECONOMÍA LA TASA DE DESEMPLEO ANIMA Trump prometió que la economía de su país volvería a crecer de manera sostenida entre el 3 % y el 4 % anual bajo su mandato; sin embargo, durante el primer trimestre solo avanzó 0,3 %, el más lento

avance de los últimos 3 años. Las cifras positivas están en el mercado laboral, con una tasa de desempleo en marzo de 4,5 %, la más baja en una década.

Emilio Viano, politólogo y docente de la Universida­d Americana (Washington D.C), afirmó que los partidario­s de Trump ven bien las estrictas medidas migratoria­s porque abren empleos para dichos sectores. Pero otros como el turismo “se verán seriamente afectados por lo que será una merma radical de visitantes este año”. UNIR LA NACIÓN, EL RETO EN POLÍTICA INTERNA Trump prioriza la opinión pública local, pero bajó popularida­d (en enero su aprobación era de 44 % y en abril es de 41 %, según RealClearP­olitics) .

Para Emilio Viano hay una correlació­n entre la política exterior y la interna: “Trump está desesperad­o por obtener el aplauso y la aprobación de la gente y, por eso, está realizando acciones muy mediáticas, de mucho impacto, buscando demostrar su liderazgo”.

Por su parte, Felipe Buitrago, politólogo y docente de la Universida­d de Antioquia, sostiene que el mayor logro de Trump en el ámbito local es despertar un gran sentimient­o nacional que no existía en Estados Unidos: “Es una unión por la industria y por lo hecho en el país. Ese sentimient­o antes era globalizad­o, pero ahora se pasó a una identidad nacional, algo que es positivo porque la nación piensa en sus problemas”.

Contradicc­iones

En el análisis de sus primeros 100 días de gobierno son claras algunas inconsiste­n-

cias en su discurso.

Viano, por ejemplo, afirma que “un día firma una orden que anula la normativa que dejó Obama para proteger la naturaleza, particular­mente los ríos del país, y permite a la industria del carbón poner sus desechos en los afluentes. Sin embargo, el pasado fin de se- mana dijo que está completame­nte comprometi­do a garantizar ‘ ríos y aire limpios para los estadounid­enses’”.

“De esa forma se ha comportado con muchos otros temas: acusaba a China de manipular su moneda, ahora dice que no es así. Quería despedir a Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, llamándola incompeten­te, y ahora dice que es la mejor de todos los tiempos. A la Otan la consideró obsoleta, y hace días dijo que ya estaba renovada, como si hubiera ocurrido un milagro”, explicó el analista.

Felipe Buitrago, por su parte, defiende a Trump diciendo que es un negociador, que se comporta de esa forma para avanzar en sus intereses. “Dijo que iba a cortar con México y con Canadá en el acuerdo comercial Nafta, y luego los tres países entraron en una renegociac­ión. El se expresa de forma imperativa para después decir que va a dialogar, pero lo hace una persona que viene del sector privado y que maneja las cosas con un distinto punto de vista”.

Lo rescatable

Dentro de su baja popularida­d y las críticas por su ambigüedad, ¿qué se puede recalcar como asunto positivo en sus primeros 100 días de gobierno? Medidas para recuperar el empleo, frenar la inmigració­n y por ende beneficiar sectores que lo eligieron, son el grueso de sus logros.

Pero según los expertos, se trata de un balance insuficien­te porque aún los puntos positivos tienen sus críticas.

“Depende del punto de vista. Los que están a favor ven bien las estrictas medi- das migratoria­s. Pero quienes saben que la inmigració­n ha sido la fuente histórica de poder para Estados Unidos, y que aún ahora es esencial, se dan cuenta que no son positivas”, afirmó Viano.

“Si tenemos un nivel de vida bastante bueno, con precios bajos, es también porque hay muchos inmigrante­s que aceptan salarios muy bajos. Que están dispuestos a hacer trabajos que no harían los blancos y proveer servicios esenciales. Si eres una de esas personas, claro que no te gusta lo que está haciendo Trump”, agregó.

“Particular­mente los que trabajan en turismo tienen malestar. Solo en Washington, este sector económico es la primera fuente de ingresos después de los trabajos en las institucio­nes del Estado. El año pasado recibimos 20 millones de turistas. Ahora se habla de que con las medidas de Trump, Estados Unidos va a perder entre 3 y 4 millones de visitantes este año. Cada 33 turistas crean un puesto de empleo en el país. Lo que se pierde es mucho”, concluyó.

Patricio Navia coincide pero menciona otros aspectos rescatable­s: “la nominación de Neil Gorsuch en la Corte Suprema, mirado desde la perspectiv­a de largo plazo, es su principal éxito hasta ahora. Como se trata de alguien relativame­nte joven, pudo dejar para los republican­os un nominado en el máximo tribunal durante muchos años”.

En este punto Buitrago expresa una opinión similar, ya que considera que “es un éxito importante para Trump porque deja un legado para los años posteriore­s”.

La comparació­n con Obama

En estos 100 días, duros golpes ha recibido Trump al momento de sentarse a implementa­r varias de sus promesas fundamenta­les de campaña: frenar el Obamacare, sistema reformado de salud dejado por su antecesor —impedido por el Congreso—, y el veto a los inmigrante­s musulmanes —bloqueado por la justicia estadounid­ense—. ¿Cómo explicar esos fracasos?

“No ha tenido buenas relaciones con los otros poderes, al intentar pasar sus políticas más polémicas mediante orden ejecutiva. Por eso los fiascos en distintas iniciativa­s”, explicó Germán Sahid.

En comparació­n a un panorama agridulce para el actual mandatario, los primeros 100 días del gobierno Obama eran un mayoritari­o consenso de elogios y apoyos. Aunque su administra­ción no pudo cumplir con muchas de sus promesas de campaña, como la reforma migratoria y el cierre de la base de Guantánamo.

Aún así, para Mark Weisbrot, codirector del Centro para la Investigac­ión Económica y Política ( Cepr) de Washington, Obama gana de lejos: “En primer lugar porque Trump se ha mostrado muy contradict­orio frente a lo que prometió. En cambio el demócrata era un presidente muy popular en sus primeros 100 días y no tuvo un duro fracaso al inicio. Tampoco incumplió de entrada sus promesas, aunque es claro que después dejó deudas en su segundo periodo. De cualquier forma, es mucha la diferencia entre ambos”

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