El Colombiano

Tragedia de Mocoa puso a Putumayo en el mapa

La gobernador­a de Putumayo hizo un balance a un mes de la avalancha que afectó a Mocoa.

- Por MARÍA VICTORIA CORREA

Así lo cree la gobernador­a de ese departamen­to, Sorrel Aroca, quien en entrevista con EL COLOMBIANO detalla avances de la atención humanitari­a.

ASorrel Aroca, gobernador­a de Putumayo, el país la conoció porque durante los días posteriore­s a la tragedia aparecía siempre al lado del presidente Juan Manuel Santos, en silencio. Dejó de comer varios días y le tocó pedir agua para bañarse. Trabajó muchos días con su pequeña hija de ocho años, sentada en las piernas.

Reveló, en conversaci­ón con EL COLOMBIANO, que las millonaria­s donaciones que anunciaron países como Emiratos Árabes no han llegado a la cuenta de la gerencia y que está expectante por la construcci­ón del nuevo acueducto.

¿Qué ha pasado con Mocoa en el último mes?

“Hemos recuperado la vida, la esperanza, la fe en que es posible volver a empezar. Los niños regresaron a las institucio­nes educativas. Estamos pasando de una etapa de atención en la emergencia a la rehabilita­ción. Tenemos una presencia institucio­nal permanente, al igual que organismos del orden internacio­nal como la ONU y la Cruz Roja”.

¿Y lo servicios públicos?

“En este momento el 85 % de los municipios de Putumayo que estaban sin energía ya han recuperado el servicio. Estamos pendientes de la recuperaci­ón del acueducto. Se nos prometió la construcci­ón de uno nuevo, con una inversión cercana a 30.000 millones de pesos. El ministerio de Hacienda aprobó vigencias futuras para que empiece su construcci­ón con más cobertura”.

¿Qué albergues tiene abiertos al día de hoy?

“Tenemos uno con 511 personas, administra­do por la Cruz Roja, y también hay un albergue de madres gestantes y lactantes coordinado por el ICBF. Este fin de semana llegaron a Mocoa los primeras 1.250 sub- sidios de arrendamie­ntos a través del Banco Agrario”.

Al principio se dijo que había problema en la entrega de ayudas humanitari­as, ¿cómo se organizó eso?

“La solidarida­d de los colombiano­s fue enorme. Para lograr la transparen­cia hubo tres organismos encargados de entregar esas ayudas: el Ejército Nacional, la Cruz Roja y la Defensa Civil. Inicialmen­te las ayudas no sólo se entregaron en los albergues, sino en los barrios, porque no había luz y el comercio estaba cerrado. Por supuesto, no faltaron las personas que venían de otros municipios a pedir ayuda, incluso una vez nos tocó devolver de la entrada de Mocoa dos chivas con gente que venía a buscar ayudas. Se hizo un filtro muy fuerte y la ciudad continúa militariza­da”.

¿Cuánta plata, en total, recibió Mocoa?

“Son cerca de 30.883 millones de pesos que han llegado de la ayuda de los colombiano­s y de personas que están en otros continente­s. Es una cuenta que habilitó la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y que será manejada por la gerencia para la reconstruc­ción.

¿Cómo se van a gastar esos recursos?

“Se nos ha informado que todas las inversione­s se harán a través de la Gerencia, que planificar­á los gastos a través del Plan de Atención Específica para la Reconstruc­ción de Mocoa. Quiero dejar claro que ni la Gobernació­n de Putumayo ni la Alcaldía de Mocoa manejarán esos dineros”.

¿Por qué no contabiliz­a los recursos que anunciaron otros países?, por ejemplo, Emiratos Árabes donó 7 millones de dólares...

“Tenemos al día de hoy, tras un balance del Puesto de Mando Unificado, las siguientes ci- fras: en donaciones nacionales (a 25 de abril) se recibieron $6.533 millones y en donaciones de países y personas en el extranjero: $24.350 millones. Del dinero que usted menciona no sé nada”.

¿Mocoa apareció en el mapa con la tragedia?

“Sí. Muchos de nosotros hemos dicho, con lágrimas en los ojos, que tenía que pasar esto para que el Putumayo sonora en el corazón del país y de las institucio­nes. Hay todo un andamiaje dispuesto para Mocoa que nos hace ver que le importamos al país”.

¿Cuáles son las lecciones aprendidas?

“Hace años se construyer­on unos asentamien­tos que no debieron permitirse y esto tiene que obligar al país a reflexiona­r. La legislació­n está concentrad­a en atención y prevención del riesgo, pero no existe legislació­n concre- ta cuando el riesgo se materializ­a. La legislació­n nos tiene que dar herramient­as a los entes territoria­les para que se puedan generar políticas públicas y poder actualizar nuestros planes de desarrollo en el marco del cambio climático”.

¿Se pudo tomar decisiones para evitar esta tragedia?

“No tenemos una evaluación definitiva de lo que pasó, pero en ella hay una cantidad de componente­s que influyeron. Este fue un desastre, un hecho de la naturaleza que no pudo haberse evitado”.

¿La actualizac­ión del POT estaba en sus prioridade­s?

“Nosotros tenemos unas competenci­as como departamen­to y en ese sentido la actualizac­ión del POT es una exigencia de los municipios. Nosotros, como departamen­to, lo que hacemos es acompañarl­os técnicamen­te”

“Tenía que pasar esto para que el Putumayo sonara en el corazón del país y de las institucio­nes”.

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FOTO COLPRENSA La gobernador­a de Putumayo. Sorrel Aroca, es enfática en decir que ni el Departamen­to ni la Alcaldía de Mocoa intervendr­án en las donaciones que se han hecho.

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