Así vive Mosul (Iraq) la crisis humanitaria que deja la guerra.
A pesar de que la coalición occidental reitera la importancia de la ofensiva, no parece reparar en la crisis humanitaria.
La comunidad internacional es bombardeada constantemente con las imágenes que surgen desde el frente de batalla en la asediada ciudad de Mosul (la tercera ciudad de Irak), en la que iraquíes de distintas etnias unen fuerzas para repeler del país al Estado Islámico, amenaza para la utópica pacificación de Irak.
Pero también lo es para la seguridad de las naciones occidentales y el mundo. Poco se sabe de las personas que, desde el inicio de la ofensiva aliada sobre la ciudad, el 16 de octubre de 2016, quedaron atrapadas entre el intercambio de balas de los dos bandos o fueron desplazadas. ¿Cuál es su situación?
EL COLOMBIANO consultó con fuentes del ámbito humanitario para conocer de cerca la otra cara de este conflicto. Médicos Sin Fronteras (MSF), ONG con fuerte presencia en dicho país a pesar de la guerra, ha estado atento en la labor de informar sobre los desastres que deja esta ofensiva, calificada por la coalición occidental como clave para derrotar al terror.
“Decenas de miles de personas han huido, arriesgando sus vidas, desde que el 19 de febrero pasado se lanzara la ofensiva en la parte occidental de la ciudad. Desde entonces, miles de heridos han sido también evacuados de las zonas de conflicto en ambulancias, pero los servicios de emergencia ya no dan abasto”, afirma la organización internacional en un comunicado.
Hospitales desbordados
La capacidad de los centros sa- nitarios de Mosul es insuficiente, “mientras que las ambulancias que tratan de llevar los casos más urgentes a otros hospitales fuera de la ciudad, no logran tampoco hacer frente al número de personas, que presentan traumatismos severos”, agrega la ONG.
Según Naciones Unidas, hasta la fecha más de 350.000 civiles iraquíes se desplazaron por motivo de la contienda en Mosul, lo que supone una grave crisis humanitaria. Asimismo, el máximo ente mundial estima que 400.000 ciudadanos siguen atrapados en la ciudad en plenos combates entre el Ejército y los yihadistas del EI.
Pero la doctora Isabelle Defourny, directora de operaciones de MSF, alerta tras observaciones en el terreno que las necesidades de recibir atención médica de urgencia han aumentado dramáticamente en las últimas semanas.
“Tenemos equipos trabajando día y noche para tratar a hombres, mujeres y niños que sufren de heridas de bala, que han sido víctimas de una explosión o que se han visto alcanzados por fuego de mortero, pero aun así no es suficiente”, advierte Defourny.
También se dan otras situaciones que requieren de una intervención médica rápida, como aquellos casos de mujeres que van a dar a luz y que necesitan que les hagan una cesárea. Las necesidades son muchas y muy urgentes.
Los equipos de MSF han recibido en los alrededores de Mosul a más de 1.800 pacientes con necesidad de atención médica urgente en los últimos dos
meses. 1.500 de estos pacientes tuvieron que ser tratados por heridas o lesiones relacionadas con el conflicto, pero otras 300 eran simplemente urgencias de las denominadas “regulares”.
Dado que las necesidades médicas que no tienen relación directa con los enfrentamientos también han aumentado, MSF decidió abrir en el este de Mosul un área de maternidad en febrero. Y allí, en poco más de un mes, ya se han atendido más de 100 partos y se han llevado a cabo más de 80 cesáreas.
Por último, a principios del mes pasado, la organización empezó a ver cientos de niños con síntomas de desnutrición severa, por lo que intenta difundir la necesidad de ayuda ante la comunidad internacional.
“Muchas personas aseguran que no queda más leche de fórmula para bebés en ninguna parte y que los alimentos y
el agua potable son cada vez más escasos. Es de esperar que se produzca un deterioro de la situación ahora que las rutas de suministro se han visto cortadas”, afirma Defourny.
“Es necesario que se establezca urgentemente un dispositivo que se haga cargo de los casos de desnutrición y que esté a la altura de las necesidades”, concluye.
Mosul no resolvería guerra
Ante este alarmante panorama denunciado por Naciones Unidas y ONG como Médicos Sin Fronteras, cabe preguntar qué tan crucial resulta la batalla en Mosul para definir los destinos de Irak. ¿Podrá estabilizarse dicho país tras repeler al Estado Islámico?
Expertos mostraron su escepticismo frente a esa idea, tan difundida en medios internacionales.
La ofensiva militar y la guerra naturalmente destruyen las estructuras de distribución de alimentos y el acceso a agua potable. La gente queda atrapada. Las enfermedades se disparan afectando el cuadro de nutrición.
Pero también incide en esa crisis la ausencia de Estado en Irak, que no tiene como prioridad a la población civil, mucho menos en conflicto.
“Dada esa ausencia de Estado, no necesariamente con repeler a los yihadistas se va a resolver el origen del conflicto en Irak. Es decir, la crisis comienza mucho antes que el EI”, concluyó Defourny.
Asimismo, Marcos Peckel, experto en Medio Oriente y docente de la Universidad Externado, coincidió en perder Mosul sería un golpe importante contra el EI, pero no el fin de la guerra. “En todo caso lo relevante es ver qué pasará cuando el ejército iraquí tome la ciudad. Si los chiítas, como lo han dicho, entran a tomar revancha, el país seguirá en caos y se originaría la siguiente guerra. La pregunta por tanto es si el gobierno iraquí será capaz de ser incluyente. Solo así podría haber estabilidad”