¿Y DÓNDE ESTÁN LOS BENEFICIOS DEL SOTERRADO?
La causa de la inundación ocurrida en las horas de la tarde del martes 11 de abril en el “soterrado”, se originó por la rotura de una tubería que forma parte de la red de agua potable de EPM.
Y el voluminoso caudal se extendió por las vías del soterrado arrastrando consigo todo lo que a su paso encontró, material vegetal, lodo, piedras… etc., que llegaron a las vías y alcantarillas, situación que obligó el cierre generándose un gigantesco trancón en la denominada autopista hacia el norte.
Muchos interrogantes se plantean sobre un proyecto en cuya presentación se exageró en los beneficios económicos, sociales y ambientales; ya que su puesta en operación ha evidenciado su vulnerabilidad; pues si esto ocurrió por un daño en la red y la de un equipo de bombeo que no funcionó con oportunidad, ¿qué pasaría cuando una lluvia torrencial, una avenida del río sobrepase la capacidad hidráulica del canal y la descargue al soterrado?
Un soterrado cuyo nivel está por debajo del río, es un riesgo no calculado frente a las consecuencias que se vendrían frente al gigantesco volumen de tráfico que sea sorprendido por una inundación.
Un corto túnel de apenas 392 metros de longitud, 30 metros de ancho en los que acomodan siete carriles que se reducen a cuatro en la calle 30, genera impresionantes colas por el “embudo” y tampoco reúne las condiciones técnicas necesarias ni tiene iluminación adecuada para orientar los usuarios, lo convierte en un sitio proclive a la accidentalidad.
Se destruyeron las vías de superficie que disponían de iluminación natural y que ya sustituidas por vías enterradas ha obligado a pagar un servicio de iluminación, una factura diaria de energía a perpetuidad que no teníamos antes.
La comunidad vecina del barrio Conquistadores que antes disfrutaba de un bosque para la oxigenación, fue reemplazado por especies florales, pequeños arbustos que no crecerán porque le falta profundidad al suelo en el que se plantaron. Y además de elevarle su estratificación, tendrán que pagar por el parqueo de sus vehículos.
Y como si lo anterior fuera poco, hoy el soterrado está parcialmente en operación por el levantamiento de los puentes provisionales y el infarto en las vías adyacentes incre- menta la contaminación y los costos de movilidad, sumado a los $200.000 millones que dicen costó esa primera etapa.
El denominado soterrado eliminó también la posibilidad futura de construir segundos pisos viales que servirían para aumentar la capacidad del corredor multimodal del río frente al aumento del parque automotor sino, además, ocupó la banca de 18 metros del corredor férreo de carga, sistema metro y tren de cercanías.
Son estos algunos de los argumentos que nos invitan a reflexionar a tiempo sobre la inviabilidad técnica económica y ambiental de la 2ª etapa del costado oriental del río, suspendida hoy mientras se trasladan a otras vías las redes de gas, acueducto y el interceptor de aguas residuales suspendido hoy por el contratista EPM
Es un riesgo no calculado frente a las consecuencias que se vendrían sobre el tráfico sorprendido por una inundación.