UN PUNTO DE EQUILIBRIO HECHO A PUNTA DE SACRIFICIOS Y ESTRATEGIA
La segunda parte del conversatorio la dirigió el brasileño De Jesús, quien llegó a la Presidencia de la textilera en 2013, en una época en que las pérdidas eran de 126.000 millones de pesos. La capacidad de resiliencia y la fortaleza del propio talento humano permitieron que tres años más tarde lograra el punto de equilibrio. “La experiencia de los trabajadores generó la capacidad para competir con calidad y valor agregado. No le tememos a la competencia internacional. Es bienvenida. El problema es la práctica desleal de otros países”, comentó De Jesús. Desde su llegada, Fabricato se enfocó en hacer mejor lo que sabía hacer bien y dejó negocios que no
eran rentables. Pasó de cuatro a dos plantas de producción. Se suma un necesario proceso de modernización que demandó una inversión de 11 millones de dólares en los últimos años. Entre los activos adquiridos de última generación sobresalen 148 telares japoneses, la modernización de la fase de hilatura, aumentando la capaci- dad a 18 toneladas diarias en elaboración de hilos lisos y otras 18 toneladas, en hilos open end (rotor). Otras 15 hiladoras de 1.200 usos, entre otras, y así reemplazar maquinaria de más de 50 años. Este salto tecnológico le exigió suprimir 1.200 empleos, cuando en 2002 llegó a tener más de 6.000 trabajadores, después de la integración con Tejicóndor. Luego inició una nueva etapa competitiva en que participan sus 2.700 empleados actuales Este año apunta a crecer un 10 % sus ventas, frente a los 385.758 millones de pesos alcanzados en 2016. Y apunta a exportaciones a 15 países, que aportarían una cuarta parte de las ventas.