PRISIÓN PERPETUA PARA VIOLADORES Y ASESINOS
En Colombia hay una creencia equivocada que supone que los problemas se solucionan con más leyes, ministerios y comisiones de expertos y eso no hace más que posponer las verdaderas soluciones. Ante todo se necesita tener un propósito y ese debe ser el progreso y el bien común de todos los colombianos. El exceso de códigos, normas y demás, nos ha convertido en un “Estado leguleyo”, que en lugar de estimular y promover a los ciudadanos y los empresarios, los frena y los agobia cada vez más en beneficio de quienes saben aprovechar las “ambigüedades jurídicas” para su provecho particular.
Ni siquiera el boom mediático de casos aberrantes como la violación y asesinato de
Rosa Elvira Cely sirvió para sa- car adelante el proyecto de prisión perpetua de la senadora
Gilma Jiménez QEPD, pero lo peor, se expidió la ley que lleva su nombre pero no ha habido una política pública eficaz para combatir un flagelo que tanto afecta a la sociedad colombiana. Nuestra sociedad vive una circunstancia de decadencia manifiesta a través de las violaciones de sus niños y mujeres acompañada de tantos feminicidios y debemos volver sobre lo básico: los valores, la familia, el respeto al otro, la dignidad de la persona humana, la prevención y reacción oportuna de las instituciones y de la sociedad ante casos evidentes de abuso sexual y riesgos de homicidios en una mujer por el hecho de ser mujer. Las noticias de la niña Julia
na Samboní, de Claudia Rodríguez, quien perdió la vida en pleno centro comercial por cuenta de su expareja a pesar de todas sus llamadas de auxilio, pidiendo a la policía esa misma noche que la acompañara, la pequeña Sarita violada y muerta en Ibagué, para hablar solo de los más recientes, nos hace sentir a veces desesperanza y que la sociedad colombiana ya perdió el rumbo y toda decencia.
Son muchos y muy graves los males y muchos y muy variados los elementos para solucionarlos. Así como con la corrupción, el maltrato y el abuso sexual contra niños y mujeres no puede convertirse en un simple y efímero “boom mediático”. No podemos acostumbrarnos a esta aberración que nos va llevando a la decadencia de nuestra sociedad y la civilización. La sociedad colombiana debe articular acciones en el interior de las familias educando a los niños en el respeto a la vida e integridad de los demás y en eso las mujeres, las madres tenemos un papel fundamental si queremos una sociedad libre de machismos y de violencias.
También se debe articular una mejor capacidad institucional de prevención y sobre todo de reacción cuando hay acciones de amenaza o agresión. La coordinación entre Policía y Fiscalía; la complementariedad con el ICBF; las medidas de protección oportunas y eficaces; acabar los beneficios de detención domiciliaria a los maltratadores y violadores; la acción oportuna de la familia y vecinos son parte de las soluciones y de una prevención más eficaz para no llorar nuevos feminicidios ni violaciones, todas ellas aberrantes.
¿Cuántos casos más se necesitan para que finalmente nos decidamos a actuar como sociedad previniendo y sancionando drásticamente? ¿No tengo duda de que en Colombia debemos discutir e impulsar la prisión perpetua a violadores
Acabar los beneficios de detención domiciliaria a los maltratadores y violadores. Prisión perpetua a violadores