Sebastián halló en la espada su nueva vida
Superó grave accidente de tránsito y en solo tres meses adoptó la técnica de la esgrima para salir adelante.
El 4 de octubre de 2016 no se le ha podido borrar de la memoria a Sebastián Berrío. Ese día, pensó, iba a ser el último de su vida. Con tan solo 22 años y una naciente carrera en las artes marciales mixtas, este profesor de equitación sufrió un accidente de tránsito (moto) que lo dejó 42 días en el hospital.
Los médicos que lo atendieron, le practicaron cuatro cirugías y lograron, no solo, salvarle la vida, sino sus piernas, aunque la derecha le quedó sin movilidad.
Si bien agradece estar vivo y tener una segunda oportunidad para continuar, su nuevo camino no ha sido fácil. Afortunadamente no está solo, cuenta con su familia y, en especial con su primo Andrés Murillo, quien ha sido clave para encontrarle un sentido deportivo a su existencia.
Murillo, esgrimista y entrenador de las categorías menores de la Liga Antioqueña de este deporte, no quería que Sebastián quedara reducido al encierro en el que había caído.
No se cansó, tampoco, de inculcarle a Sebastián la lucha por sus ideales. Algún día lo invitó a entrenar espada, arma en la cual hoy es un experto y con la que espera que su primo sea convierta en el mejor.
Tras recibir la certificación para poder competir en silla de ruedas, ambos empezaron con los entrenamientos.
Sebastián comprendió que el deporte podría ser el camino para volver a vivir, recuperase anímica y físicamente, pues encontró nuevos sueños. Ajusta tres meses dedicado a este disciplina, que dice sentir muy cercana y a la que le ha tomado cariño.
Así en medio de las terapias y los controles médicos, este joven de 23 años, quien tiene pendiente otra cirugía, saca tiempo para entrenar en Carmen de El Viboral, donde reside y viajar, dos veces a la semana, a Medellín para practicar con los esgrimistas de la Liga, quienes lo han arropado y han hecho sentir como en
casa. “Ellos me dicen que el entrenamiento les sirve porque aumentan la agilidad. Igual, me han brindado gran acogido. Eso me ha facilitado la evolución en la técnica para competir”, dice.
Por el momento, es el primero y único deportista de esgrima en silla de ruedas
en Antioquia y por ello sus combates de preparación los hace con su primo o con atletas convencionales, quienes se sientan en una silla para estar a la par.
Andrés, por su parte, se declara sorprendido por el nivel que tiene Sebastián, pues a pesar de llevar tan poco tiempo, lo ha hecho muy bien. Prueba de ello, es que ya sumó su primera medalla representando al Departamento, durante el fin de semana pasado en Bogotá, donde se realizó el Tercer Escalafón Nacional y el primero en silla de ruedas.
Antes de iniciar la competencia los técnicos paisas le manifestaron que si era eliminado en la primera ronda no se desanimara, pero Sebastián tenía algo más en su mente y aunque perdió el primer combate, más por los nervios que por la técnica, no desistió en lograr su objetivo.
Al final de la ronda de grupos sumó cinco victorias y una derrota, ocupando el primer puesto. Luego superó las fases de cuartos de final y semifinal para llegar al combate por el oro, cayendo ante Jeisson Mendieta, de Caldas, actual campeón nacional.
Toda una hazaña recompensada con su primera medalla para quien ya piensa en cosas más grandes. El selectivo, a celebrarse en Cali, desde el 21 de este mes, le permitirá luchar por un logro mayor: integrar la Selección Colombia