A los 65 años también se vale cambiar de nombre
La reorganización de Contegral en Grupo Bios siembra inversiones en el campo y da sostenibilidad a esta firma.
Hasta ahora Contegral era la cabeza más visible de un negocio familiar con inversiones dispersas en la cadena de alimentos para animales y humanos. Pero la necesidad de sostenibilidad hizo que esta firma antioqueña se reorganizara, incluido un rebautizo. EL COLOMBIANO habló con su presidente, Santiago Piedrahíta, sobre cómo quedó el nuevo conglomerado que factura $2,67 billones al año.
Mientras se concretan las condiciones de inversión para que firmas agroindustriales globales pongan sus ojos y dinero en el campo colombiano, una empresa antioqueña ya hace la tarea de forma discreta para que lo que se come Colombia, tanto animales como humanos, no descienda tanto de un barco, sino que salga de un sembrado, un galpón o una planta nacional.
Y eso resulta positivo para un país que importó el año pasado 680 mil toneladas de materias primas para alimento balanceado, según cálculos de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC). De hecho, el país debe traer 90 % de maíz y soya que se requiere para fabricar concentrados.
Esto es indispensable para que se nutran vacas, cerdos, pollos, gallinas y peces que, después, son alimento para los hogares del país en forma de carne, leche y huevo, proteínas claves de la canasta básica, sin contar las familias que dan cuido a sus mascotas.
Pero tal necesidad llevada a la realidad del país pasa por barreras a la agroindustria local: desde la escasez de mano de obra idónea en el campo, pues los jóvenes se van para las ciudades; hasta los costos logísticos de llevar materias primas e insumos desde lo puertos hasta centros de producción en el interior del país por carecer de infraestructura de transporte más eficiente.
De ahí que los grandes jugadores del sector buscan apalancar su crecimiento en tener la mayor integración vertical posible, esto es participar de distintos eslabones de la cadena: desde cultivos, la transformación, la distribución y hasta la venta al consumidor final. Esto permite tener más eficiencias, productividad y ganancias, al no tener que depender tanto de intermediarios y buscar sinergias entre los negocios. De puertas para afuera, a eso apunta la reorganización societaria de los negocios e inversiones de la compañía antioqueña de propiedad familiar Contegral. Luego de 65 años en el mercado, pasa a ser uno de las filiales del conglomerado agroindustrial más grande del país: el Grupo Bios.
Usualmente, este tipo de reorganizaciones son un paso previo de las empresas que buscan capital fresco para crecer mediante la llegada de inversionistas estratégicos o como una manera de preparar el camino para democratizar su propiedad mediante emisión de acciones en la Bolsa. Pero este no es el caso. (ver Paréntesis).
Y si se vale cambiar de nombre luego de seis décadas, el rebautizo y ajuste organizacional nace con cifras relevantes para el sector: ingresos consolidados de 2,67 billones de pesos en el último año, que dejaron unas ganancias de 32.736 millones, mientras el patrimonio ya asciende a 877.864 millones.
Bajo la sombrilla de Grupo Bios quedaron 7.300 empleados directos en cuatro negocios que suman un plan de inversiones para este año cercano a los 100 mil millones de pesos.
Los negocios de G. Bios
El más relevante es alimentos balanceados, que reúne a Contegral y Finca, con un liderazgo en el mercado, que aporta un 65 % de ingresos del conglomerado y tuvo el año pasado 120.004 millones de pesos de utilidad.
Entre ambas producen 140 mil toneladas mensuales, de las cuales 30 mil solo en la planta de Envigado y el resto en otras ocho plantas distribuidas en varias regiones del país. La más recientemente adquirida queda en Ciénaga de Oro (Córdoba): “es una planta
pequeña pero le estamos invirtiendo para ampliar su capacidad instalada y eso nos permitirá fortalecer la presencia en el mercado de la Costa Caribe”, explicó a EL COLOMBIANO Santiago Piedrahíta Montoya, presidente de Grupo Bios, luego de serlo de Contegral desde febrero de 2016.
El segundo negocio es proteína de pollo, con la Operadora Avícola (Pimpollo, Friko y Superpollo Paisa), consolidando el tercer jugador del país en ese mercado atomizado, con una participación de 8 % atendida desde plantas en Medellín, Pereira y Bucaramanga.
El año pasado registró ventas de 550.084 millones de pesos y una perdida neta de 12.056 millones: “(...) La productividad en granjas y la coordinación en general de la cadena de producción y venta,
que serán los énfasis para 2017”, precisa el Informe de Gestión 2016 de Grupo Bios.
No obstante, se trata de uno de los negocios con más proyección de crecimiento, pues el consumo anual por persona en Colombia es de 30 kilos, debajo del promedio de América Latina (35 kilos).
En tercer lugar, el conglomerado también tiene está la producción y comercialización de huevo, mediante Avícola Triple A, en que se producen 50 millones huevos mensuales y es el cuarto jugador del mercado. Solo el año pasado vendió 154.070 millones de pesos y ganó 4.030 millones.
Por último, es la línea de mejoramiento genético porcino, al tener la licencia para Colombia de PIC, división de la multinacional británica Genus, que concentra un 60