“Quintana hace una apuesta temeraria”
“Cuando vi correr por primera vez a Nairo me llevé una imagen de un corredor que tenía unas características físicas y personales para estar en este deporte de resistencia. Obviamente, todos llegan como despojados. Tienen el equilibrio dinámico para andar en una bicicleta, aunque llegan desprovistos de muchos conocimientos. Tenía condiciones, pero debía ser educado. Le abrí mi corazón y le brindé confianza. En esto hay que formar un gran carácter a través de unos buenos hábitos, y a él esto le faltaba: acostumbrarse a que no solo se es ciclista porque se pedalea bien, sino porque se tienen una serie de elementos fundamentales para ser integral. Esa transformación cultural fue ideal para que creciera como persona y deportista. Acabo de verlo en Asturias. Siento que su nivel de ahora no es superlativo, no competía desde hacía 6 semanas. A medida que vayan pasando los días en el Giro va a encontrar resistencia competitiva. Espero que su estado de preparación haya sido bien medido con la parte tecnológica y científica que existe, y que tenga parámetros suficientes para hacer una buena carrera. Su mentalidad es asombrosa. Una vez en Europa se dirigió a sus compañeros y les dijo que tenían que ser superiores y más efectivos que los demás, que para eso se entrenaban. Nairo es fuerte, ha consolidado una disciplina férrea y estricta en su trabajo. Ha madurado, posee una capacidad física grande, que lo hace merecedor de disputar dos vueltas (Giro-Tour). Lo tiene claro, y si lo siente es porque es posible, pero no deja de ser una apuesta temeraria”.