LA SEGURIDAD VIAL ES UN COMPROMISO QUE DEBEMOS ASUMIR DE MANERA COLECTIVA
El año pasado murieron en Colombia 3.389 motociclistas. Cada una de estas muertes afectó de manera directa a una familia en términos afectivos, sociales y económicos. Si cada motociclista pudiese dar una mirada al futuro para percatarse del inmenso daño que podría ocasionar a los seres más amados, estoy seguro de que la pru- dencia y el respeto por las normas de tránsito serían el único camino. El año anterior, también, 28.955 colombianos resultaron heridos en accidente de tránsito mientras se desplazaban en moto. Por experiencia propia les digo que la recuperación es un tedioso proceso que nos enfrenta a la fragilidad de nuestra condición de humanos.
He visto motociclistas que no usan casco, desconociendo que el riesgo de lesiones graves o de muerte aumenta un 152 %; mientras que otros no lo usan bien, creyendo de manera cándida que su “picardía” les evita un comparendo. Se ha vuelto común que, con maromas dignas de un espectáculo circense, algunos motociclistas ubican y utilizan su celular en la parte interna del casco, dejando de percibir el 50 % de las señales de tránsito en su entorno, imperdonable error.
Debemos asumir de manera colectiva compromisos con la seguridad vial que nos permitan reducir de manera urgente el número de personas fallecidas o lesionadas en accidentes de tránsito