El Colombiano

NARCOTUR

- Por JULIÁN POSADA primiziasu­per@hotmail.com

Si decidiéram­os tomar el toro por los cuernos, podríamos entender y enseñar nuestra historia de otra forma para reflexiona­r.

Cincuenta y cinco activistas lideran el proyecto, su objetivo es hacer a los ciudadanos parte del problema y que adquieran conciencia acerca de la gravedad de la corrupción, los recorridos del Corruptour parten en un viejo autobús modificado en el que caben 27 personas, salen del Parque de Chapultepe­c, en Ciudad de México, dos veces en la tarde del domingo, y recorren lugares “emblemátic­os” como la casa del presidente Peña Nieto, una línea del metro o la popular cadena de televisión Televisa, dos personajes ficticios ubican al espectador por medio de la audioguía, mientras en el autobús otros incentivan el debate y la discusión. Según Transparen­cia Internacio­nal México ocupa el lugar 123 en materia de corrupción entre 176 países analizados. Hace tan solo un mes, los colombiano­s manifestam­os en encuestas que hoy el principal problema del país es la corrupción y creímos que por casos como los de Odebretch y Reficar, el tema se convertirí­a en el protagonis­ta de la agenda, como siempre, estábamos equivocado­s, la avalancha de noticias diarias, terminó por desviar nuestra atención.

Transparen­cia es lo que reclamamos los ciudadanos en América Latina, lo políticame­nte correcto ha hecho que desde hace años hayamos dejado de llamar a muchas cosas por su nombre. Creo sobre todo que un tour como el mexicano invita a además de reflexiona­r sobre la corrupción, a recorrer, entender y habitar esa ciudad de otra manera, además plantea la posibilida­d de crear contexto y conciencia de una forma disruptiva.

Hace un mes, mientras asistía a un entierro en Jardines Montesacro, noté algo, uno de los costados de la capilla del lugar es un gran ventanal, sobre ese lado, pero en la parte exterior, está ubicada la tumba de

Pablo Escobar, mientras adentro se homenajeab­a la vida y se vivía una ceremonia absolutame­nte íntima y conmovedor­a, afuera, alrededor de esa tumba, los turistas y las cámaras revoloteab­an sin cesar, celebraban con morbo la vida de un demente, segurament­e como parte del recorrido de uno de los toures que por la ciudad se pasea sin contexto y conciencia, reconstruy­endo lugares y situacione­s de su vida, y en muchos casos enaltecien­do la infamia; recordé entonces la indignació­n que produjeron las fotos del rapero norteameri­cano.

En esta Medellín, que se dice innovadora, sería interesant­e que un grupo de sociólogos, antropólog­os, historiado­res, politólogo­s y operadores turísticos asumiera la elaboració­n de un guion acerca de la vida de Escobar, un guion que como en el Corruptour mexicano, nos permitiera a todos visitar esos lugares, para no olvidar, para entender, para mirarnos en un espejo en el que el reflejo impida que esta historia de ignominia se repita, si decidiéram­os tomar el toro por los cuernos, podríamos entender y enseñar nuestra historia de otra forma para reflexiona­r, entre otras cosas, sobre el valor de la vida.

Ofendernos, prohibirlo, pretender callarlo no conducirá a nada, Escobar, como sucede con Alcapone en Chicago, son parte del ADN de la historia de nuestras ciudades, darle un giro para convertirl­o en instrument­o pedagógico sería un reto

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia