ES UN PROBLEMA ESTRUCTURAL
“El Estado debería adquirir las cupos de los taxis y asignarlos por subasta. El esquema actual en el que se otorgaron, a título gratuito, y se venden, a altos precios en transacciones privadas, es perverso: generan un derecho y un alto costo del cual el Estado no se beneficia. Con base en las licencias, el Estado debe controlar la idoneidad de empresas, vehículos y conductores. Las aplicaciones son una adición muy conveniente para los usuarios (agilidad, seguridad y facilidad de pago), pero también aumentan el número de vehículos y, por tanto, la congestión, contaminación y accidentalidad. Creo que se deben regularizar compensando los efectos negativos. Eso han hecho en Sao Paulo y México, que cobran al Estado por viaje (una especie de cobro por congestión) que es reinvertido en mejora de transporte público colectivo”.