CONVENCIÓN DEL PCD
Por supuesto que asistí a la Convención del Partido Centro Democrático. Era la gran oportunidad para conocer las propuestas de los precandidatos y lamentar que, por esas cosas de una justicia politizada, dos de ellos estuvieran ausentes.
¿Cuál de los precandidatos fue el mejor? Todos fueron mejores, todos hicieron planteamientos de gran importancia y todos saben que van a encontrar un país en las peores condiciones. Hay que hacer el sacrificio que sea por Colombia y por el futuro tan incierto en estos momentos de debilidad, de entrega, de corrupción, de incapacidad y de mentiras.
Van a recibir un país endeudado “como nuca antes”. Van a tener que cambiar el documento de la entrega vergonzosa a los violentos, a quienes han atentado contra la juventud del mundo con la droga maldita. Van a tener que cambiar para que el desarme sea una realidad y no una burla escondida en las fosas regadas por todo el territorio colombiano. Van a tener que defender la propiedad privada contra la expropiación camuflada con las mentiras de Juanpa (como le gusta que le digamos). Van a tener que cambiar el compromiso de veinte emisoras FM para llenar de telarañas la conciencia del campesinado.
Los precandidatos mostraron coincidencias al querer recuperar la independencia de un Congreso arrodillado y sumiso que entregó sus funciones a cambio de dádivas y promesas para las próximas elecciones. Un Congreso que perdió la iniciativa para presentar proyectos y que aceptó no poder ni siquiera modificar los presentados por el Ejecutivo desprestigiado con un 17 % de favorabilidad. Es que esa favorabilidad no puede ser mayor con tanta falsedad a la que nos está acostumbrando y con un cinismo “nunca visto”. Se atreve a pedirle a Maduro que respete la Constitución de Venezuela cuando él, Juanpa (como le gus- ta que le digamos), ignoró el mandato del pueblo que votó en contra de la entrega de la patria a la subversión. El voto fue un mandato de acuerdo con la Constitución colombiana que él, sin ningún reato de conciencia, cosa que no conoce, negó ese mandato del pueblo.
El que llegue a la presidencia por una gran coalición de votantes por el no y otros muchos descontentos, tendrá que hacer inmensos sacrificios e invitar al pueblo colombiano que también se tiene que comprometer con su sacrificio personal para enderezar el rumbo equivocado e incierto por el que nos condujo este marinero frustrado.
Los precandidatos saben y están preparados para frenar la burocracia creada para conseguir el apoyo de los otros poderes públicos. Cónsules, embajadores, comisiones, asesores y tantas creaciones burocráticas para buscar adhesiones a sus desaciertos. Saben que tienen que frenar el excesivo gasto público de un gobierno derrochador. El sacrificio personal de quien salga elegido será inmenso, pero el país se lo agradecerá.
La presencia del exprocurador Alejandro Ordóñez y del exvicepresidente Angelino Gar
zón significa que, sin importar grupos o partidos, la unión de los inconformes y de los realistas observadores de la situación de Colombia es una necesidad para el futuro de la Patria.
La unión de un pueblo golpeado y engañado salvará a Colombia
El sacrificio personal de quien salga elegido será inmenso, pero el país se lo agradecerá.