Diego aprende para triunfar en Bélgica
En su travesía por Europa, a Diego Arboleda no le podía faltar el escapulario que siempre acomoda al lado de su bicicleta de bicicrós.
Aunque no tiene muchos agüeros, este ritual es infaltable para el corredor antioqueño antes de salir a sus competencias. De hecho, es una de sus formas de motivarse para la Copa Mundo que se disputará, desde mañana, en Zólder (Bélgica).
Otra manera de generarse esa energía, para medirse a los mejores, es escuchar los consejos de los experimentados. “Mariana (Pajón) siempre está ahí detrás, animándonos, y Carlos Ramírez me da el mismo aviso de que debo disfrutar las carreras y no pensar en los puntos, que eso va llegando después”, expresa Arboleda.
Además, de los fuertes entrenamientos, aprovecha las horas en la concentración para descansar, comer y tener los ejercicios de recuperación que le permitan una mejor actuación en esta parada en suelo belga, luego de que en Papendal
(Holanda) no pudiera destacar.
“Fue una metodología diferente la de esa carrera, como de eliminación directa, y nos hizo sentir bien, aunque siempre hay cosas por mejorar”.
Por eso, todos estos soportes y esas experiencias le permiten al pedalista soñar con sus dos objetivos próximos: llegar a las semifinales de este certamen del fin de semana y lograr cupo al campeonato Mundial de Rock Hill (Estados Unidos), a finales de julio