Guardianes del río son la esperanza en Chocó
Las reacciones a la sentencia de la Corte Constitucional han sido muy positivas. Hemos socializado ante las comunidades algunas de las decisiones de los magistrados, como la conformación de un panel de expertos para que investigue los problemas ambientales del río Atrato y vigile el cumplimiento del fallo. También le hemos explicado a la comunidad que la Corte le reconoce cuatro derechos específicos al río Atrato: la conservación, protección, restauración y mantenimiento. Las comunidades están muy contentas porque la Corte ordena que se cree la figura de guardianes del río. Para la selección de los guardianes las comunidades deben elegir quién las va a representar, y todo este proceso les ha llamado mucho la atención. Los nuevos mecanismos de protección les permitirán a las comunidades sostener una nueva relación con el ecosistema. Es valioso que la Corte reconociera que las culturas de Chocó se desarrollan a partir del río, de su relación con él. De hecho es el entorno sobre el cual subsisten. Cualquier política pública o intervención que se haga deberá tener la aprobación de los guardianes del río y de las comunidades. Este reconocimiento que hace la Corte es específico; es decir, es una protección especial para el río Atrato, pero marca un precedente en el desarrollo jurisprudencial de la protección de ríos. Que sea el Atrato es algo emblemático, pues el 90% de la población en Chocó es étnica, ya sea afrodescendiente o indígena, por ende tiene un vínculo especial con el río. En las condiciones actuales, el Estado no hace presencia para proteger el río, no previene la contaminación del agua ni la deforestación.