Antioquia apuesta por la atención integral de los niños en riesgo
El departamento reorienta el programa Maná y Medellín se enfoca en la atención de la familia. En la región, la tasa es de 3 menores de 5 años muertos por cada 100.000 mil.
En Antioquia, tres de cada cien mil niños menores de cinco años mueren por desnutrición y en 28 municipios el problema es grave, especialmente en Urabá, donde seis localidades sobrepasan la media del departamento.
Según datos del 2015 del Ministerio de Salud, el caso más grave es el de Mutatá, que registra una tasa del 98.9 por cada 100.000 niños, seguido de Apartadó, con 38.6.
Belmira y Briceño, en la región Norte, también tienen cifras altas, con tasas de 138.1 y 101.6, respectivamente; igual que Heliconia (138.9) y Cañasgordas (105), en el Occidente.
Hugo Díaz Marín, gerente de Maná, señala que, en la actual administración, este programa de seguridad alimentaria, que busca combatir la desnutrición y garantizar la alimentación integral de la población más vulnerable, ha sido redimensionado, con una orientación a llegar a los mu- nicipios que requieren un mayor acompañamiento en la tarea de la recuperación nutricional de los niños. El foco está puesto en 10 localidades.
“Vamos a trabajar estrategias como el PAE (Programa de Alimentación Escolar), proyectos productivos y pedagógicos, los centros de recuperación nutricional y Maná Infantil”, señala Díaz Marín.
Maná Infantil ahora se denomina Antioquia Cero Desnutrición y consistirá en ir a todos los territorios para iden- tificar a los infantes en mayor riesgo y darles atención integral. En este programa, en junio, empiezan a ser atendidos 2.000 niños. A la par, se trabajará con los gobiernos locales para que la nutrición sea incluida en la agenda pública.
Para el cuatrienio, la inversión será de $400.000 millones. Actualmente, se atienden cerca de 300.000 niños con el PAE; se adelantan proyectos pedagógicos en 117 municipios y proyectos productivos en 62 municipios.
Medellín, con las familias
Medellín, que tiene una tasa de 3.4 niños menores de 5 años muertos por cada 100.000, según el Ministerio de Salud, busca frenar el drama de la desnutrición, que en la ciudad tiene un porcentaje global del 1,7 %. El indicador de desnutrición crónica está en 2,6%, aunque registra una evolución a favor de casi seis puntos, pues en 2008 era de 8,5%.
Desde la Secretaría de inclusión Social, Familia y Derechos Humanos se lidera el
programa de Seguridad Alimentaria, que en 2016 atendió a 10.000 familias en condición de pobreza extrema, con paquetes mensuales de alimentos. Luis Bernardo Vélez, titular de la dependencia, tiene claro que la sociedad mejora si se fortalece la familia.
“Crear escenarios favorables que les permitan seguir los proyectos de vida, darles oportunidades para que salgan adelante” es la clave para todos los procesos, sostiene.
Por su lado, la Fundación Éxito también trabaja en atacar la desnutrición infantil en Colombia. En Antioquia favorece a 6.000 niños menores de 5 años, con énfasis en los primeros mil días de vida. Su programa Gen Cero busca que a 2030 ningún niño sufra desnutrición crónica.
“Es una meta ambiciosa, pero no es solo de la fundación, es un movimiento nacional que involucra los gobiernos, las empresas, las comunidades y las organizaciones sociales”, señala Germán
Jaramillo, director de la Fundación, que gestiona recursos con las empresas y las gotitas que donan los clientes y los aporta a fundaciones que operan programas de alimentación infantil, como Acción Contra el Hambre, que traba-
jan líneas como saneamiento del agua, seguridad alimentaria y el facilitar empleo a las familias vulnerables. Al Hospital Infantil Concejo de Medellín, por ejemplo, le aporta recursos para alimento de las maternas y los bebés
“El tema de la nutrición no es solo de alimentos, hay que atacar los malos hábitos alimenticios y hacer pedagogía de la promoción y la prevención”. HUGO DÍAZ MARÍN Gerente de programa Maná