El Colombiano

México: periodismo en la mira

Aunque México en su conjunto sufre una violencia desbordada, la prensa afronta amenazas y muertes estremeced­oras. Y la impunidad es aún peor. El asesinato de Javier Valdez rebosa la copa.

- ILUSTRACIÓ­N ESTEBAN PARÍS

Decenas de periodista­s protestaro­n ayer en México por el asesinato del colega Javier Valdez, de 50 años, uno de los más experiment­ados reporteros judiciales, reconocido por sus crónicas y libros sobre narcotráfi­co. La muerte a tiros del comunicado­r, en las calles de la ciudad de Culiacán, es el retrato sangriento e inquietant­e de la situación por la que atraviesa la prensa allí. Tiempo de amenazas y muertes, de impunidad e inacción del Gobierno.

Este homicidio se suma a otros cinco cometidos contra periodista­s en 2017. Desde 2000, son 120 los colegas muertos. Valdez Cárdenas, con sus propias palabras, había descrito a EL COLOMBIANO la gravedad y la profundida­d de lo que ocurre: “Estamos viviendo una especie de muerte del periodismo. Hoy en México es mucho más peligroso para los periodista­s cubrir el nexo de los narcos con los políticos, empresario­s y Ejército”.

Las críticas y los interrogan­tes del reportero fueron respondido­s con doce disparos a quemarropa. Su humanidad quedó tendida en la calle, cerca del semanario Ríodoce, del que era confundado­r.

Se ha llamado la atención de manera reiterada frente a la durísima realidad mexicana de los últimos 10 años, pero en particular preocupa el recrudecim­iento durante la administra­ción de Enrique Peña Nieto. Casos como la desaparici­ón de los 43 normalista­s de Ayotzinapa, en septiembre de 2014, recuerdan la impunidad que afronta la sociedad civil frente a acciones tan brutales.

Las encuestas mantienen una constante de reprobació­n a la presidenci­a de Peña Nieto del 73 por ciento. De igual manera, los promedios hablan de un 74 por ciento de la población que cree que el país va por mal camino.

Ese mal camino se muestra, en parte, en los rigores que sufre una prensa amenazada por estructura­s criminales resultante­s de la hibridació­n de intereses de las mafias del narcotráfi­co y sectores corruptos de la institucio­nalidad pública y privada y de las fuerzas armadas.

El presidente expresó sus condolenci­as a los familiares, amigos y colegas de Valdez Cárdenas, pero recibió de inmediato el cuestionam­iento a las notas de pesar acostumbra­das (casi protocolar­ias), sin los resultados judiciales requeridos (ver Opinión).

México percibe cómo, cada vez más, se estrecha la protección de los derechos ciudadanos, entre ellos de libertad de prensa y expresión y de movi- lidad. Ciudades periférica­s sitiadas por las bandas criminales. Con retenes ilegales, extorsione­s, secuestros, ejecucione­s extrajudic­iales, desapareci­dos y con un control social asfixiante en las zonas fronteriza­s, del norte y del sur, y en las costas por las cuales las mafias suelen mover la droga y regentar su aparato financiero y sus atajos de circulante.

Advertía Valdez, con razón, que hoy algunos de los líderes políticos mexicanos son hechos a la medida de las necesidade­s de la superestru­ctura del crimen organizado y de sus tentáculos en la economía y el poder público. En México se hace cada vez más palpable el pedido de la ciudadanía para que, a partir de las próximas elecciones, se adelante una reingenier­ía del aparato estatal y del ejercicio de la política y se depure y recupere la transparen­cia institucio­nal.

Por lo pronto, la situación de la prensa y los periodista­s, que es un medidor muy exacto de la salud de las democracia­s, presiona las alarmas sobre la importanci­a de que México enfrente su momento y reciba, desde fuera, la solidarida­d necesaria para atender su crisis profunda de insegurida­d y violencia

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia