72 horas con un carro eléctrico
EL COLOMBIANO tuvo un vehículo eléctrico para probarlo en Medellín y esta fue la experiencia vivida.
Aparte de poderlo comprar gracias a varias marcas que lo importan, la opción para alquilar un vehículo eléctrico está en Medellín y EL COLOMBIANO tuvo tres días de cortesía para probar una de las opciones que ofrecen las empresas dedicadas a ese negocio.
El vehículo asignado fue un BYD (Build Your Dreams) E6, tipo SUV chino, el cual en su ficha técnica asegura que tiene una autonomía de casi 400 kilómetros antes de tener que ser recargado unas dos horas para que su batería de hierro fosfato pueda tener su ciclo completo.
La idea de tener este carro era probar, aunque sea por unos días, cómo es la vida cotidiana en Medellín con un vehículo 100 % eléctrico y sin ninguna restricción para su movilidad.
Al entrar al habitáculo ya se nota la diferencia con otros vehículos, pues en el tablero las pantallas predominan, toda la información que se necesita saber es digital, pero lo mejor está al encender el motor, pues desde que entra y, a menos de que se tenga prendido el radio, lo único que va a escuchar es un leve zumbido al acelerar, nada más.
Lo silencioso del carro no le quita sus prestaciones, en este caso el E6, a parte de ser un vehículo pesado (casi 2.5 toneladas), responde a las necesidades del conductor como un automático común y corriente: en recta acelera sin problemas y alcanza velocidades razonables para la ciudad, mientras que en las lomas tampoco tiene inconvenientes, aunque hay que tener en cuenta que siempre que se está en una marcha o cambio, por lo que a la hora de exigirlo, hay que tenerle mucha paciencia.
Una de las ventajas con las que cuentan algunos eléctricos como este BYD, es que desacelerar y frenar ayuda a la batería a regenerarse, es decir, se ahorra energía.
Cuestión de costumbre
Mientras estu- vimos en las vías de la ciudad, el carro es llamativo, las personas sienten curiosidad sobre el funcionamiento y la respuesta de un carro eléctrico, por eso no pasa desapercibido.
Sin embargo, por ser tan silencioso sí se dan momen-
tos, dependiendo del lugar, en el que hay que avisar con el pito, que se va en él, pues para muchos peatones o ciclistas que no tienen la oportunidad de ver qué hay detrás de ellos es difícil que se den cuenta de la presencia del vehículo.
Otras de las situaciones generadas por no emitir algún tipo de sonido sucedió al intentar apagar el carro. Ocurrió una vez que al parquear se le puso el freno de emergencia y se presionó el botón de apagado, hasta ahí todo normal, sin embargo, al salir del vehículo e intentar cerrarlo este no lo hizo y al entrar de nuevo para verificar, nos dimos cuenta de que el carro aún estaba encendido. ¿Por qué? La palanca de cambios había quedado en “Neutra” y no en “Parqueo”, por eso el tablero permaneció prendido (principal señal de que el carro está encendido).
Consumo de energía
La opción de eléctrico que le tocó a este diario fue la que más autonomía ofrecía (las otras marcas disponibles no
tienen más de 250 kilómetros), y el ejercicio no sobrepasó ni siquiera los 100 kilómetros por lo que no se tuvo la oportunidad de recargarlo en una de las dos estaciones disponibles en Medellín.
Cómo ya se había dicho en un artículo anterior, Empresas Publicas de Medellín cuenta con dos estaciones de carga rápida para los usuarios de los eléctricos, una ubicada en el sector de Exposiciones, Centro de la ciudad, y otra cercana al Aeropuerto José María Córdova en Rionegro.
Sin embargo, la empresa afirmó que se tiene proyectado a corto plazo la instalación de otros tres puntos de recarga rápida y otros 30 de carga lenta, que estarán ubicados en diferentes partes de la urbe.
Por el momento tener un vehículo eléctrico en Colombia pasa más por una opción amigable con el medio ambiente y con nuestra propia conciencia, sin embargo aún son pocas las garantías, por precio, servicio y recarga, para pensar en adquirir uno y disfrutar de sus ventajas, que ya se gozan en los países que verdaderamente le apuestan a esta tecnología