¿Qué pasa en el albergue de San Vicente?
Mientras la ley ordena protegerlos, en el refugio canino de San Vicente Ferrer los animales sufren abandono.
La comunidad del municipio de San Vicente Ferrer está indignada por el lamentable estado que presenta el albergue de mascotas, que está en una zona alejada del casco urbano, con los animales encerrados, hacinados, sin aseo y mal alimentados.
La primera alerta la lanzó la abogada Liliana Petro, residente en la localidad, quien en un detallado informe describe las anomalías que se cometen en el mal llamado refugio canino, ubicado en la vereda El Potrero, donde están expuestos a malas condiciones ambientales, pues en el sitio -según denuncia con fotos y videos- no hay quién vele por ellos todo el día, solo un vigilante asoma en la mañana, pone una ración pequeña de comida, y luego se va.
En una imagen se muestra una perra que, según la abogada, fue consumida por un Pitbull hambriento, al que ciudadanos del común sacaron de la jaula para que no atacara a otros ejemplares.
“Dicho albergue, su funcio- namiento y los caninos que allí se encuentran (17 en total), son responsabilidad de la Alcaldía, que asignó a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social velar por el funcionamiento del lugar”, dice la ciudadana al precisar que la dependencia no cumple su función en la debida forma.
Según su queja, el lugar, por sus condiciones actuales, no cumple la normatividad en materia de infraestructura, que debe incluir área administrativa, consultorio médico veterinario y salas de almacenamiento de medicamentos e insumos, de cirugía y esterilización quirúrgica, “pues es una construcción en adobe y cemento, con rejas y dividida en 4 compartimentos, en las afueras del municipio; el lugar es frío, pues en San Vicente la temperatura baja a menos de 10°C; es húmedo, con hongos y moho, y los caninos duermen sobre el ce-
mento, no los bañan y poco o nada les dan de alimentación”, sostiene.
El concejal animalista de Medellín, Álvaro Múnera, se reunió con los defensores de los animales y dice haber quedado consternado: “A eso no se le puede llamar albergue municipal, es un infierno total”, expresó al pedir una solución de la Administración Municipal frente al maltrato a las mascotas.
El alcalde de San Vicente, Roberto Jaramillo Marín, ad-
mitió que el sitio registra muchas fallas, pero estas se dan por falta de presupuesto.
“Es cierto que hay problemas y que un perro mató a otro, pero eso se nos sale de las manos, acá amamos los animalitos y vamos a solucionar la situación”, señaló.
Prometió que hoy mismo inicia labores un veterinario contratado por su administración, que se encargará de mejorar las condiciones del albergue