LO QUE UN ATAQUE EN UN SHOW DE ARIANA GRANDE SIGNIFICA PARA ADOLESCENTES
Los globos rosados, flotando por encima del torbellino de asistentes al concierto llenos de pánico, son lo primero que me impactó. Imágenes de inocencia, que andaban por encima de hordas de niños gritando, muchos de los cuales se negaron a liberar sus globos, incluso mientras huían del escenario.
¿Recuerda usted su primer concierto? ¿La primera vez que observó a una héroe femenina cantar a los cuatro vientos sin disculpas? Yo estaba en octavo grado cuando mi padre acordó llevarnos a mí y a mi mejor amiga a ver a Garbage, un grupo de pop liderado por la mujer más chévere de todos los tiempos, Shirley Manson. Su furia, su confianza y su sexualidad tomaron el lugar de una mezcla de pasiones adolescentes que yo no tenía forma de expresar. Yo era torpe e insegura, ¿no lo éramos todos? -pero cuando estuve en la presencia de una mujer que clavó la mirada en el sistema con un gruñido en su voz, olvidé lo extraño que se sentía tener 13 años.
La confusión y vergüenza de la adolescencia no deja ilesa a casi ninguna mujer. Es cuando primero aprendes que puedes ser culpada por los deseos de otros. Cuando eres disciplinada por llevar puesta una camiseta con las tiras demasiado delgadas, pero no sabes lo que se supone debes ocultar. Cuando los niños con quienes creciste se alejan de la amistad al anunciar a un grupo de adolescentes que eres “plana como una tabla”. Es un tiempo mortificador.
¿Así que a dónde vas cuando es demasiado? ¿Qué ayuda a liberar todo? ¿A qué te puedes dirigir cuando quieres gastar la energía nerviosa de la infancia dando paso a la feminidad? Música pop. Entra Ariana Grande: una potencia diminuta con una voz sensual que estalla desde su diafragma. Con solo 5 pies y 3 pulgadas de estatura, su cola de caballo alta, delineador alado y sus comienzos en Nickelodeon, Ariana Grande parece tanto femenina como infantil.
Su música refleja esto, si no siempre en la letra sí en el tono. Sexual, evasivo, inexperto, atrevido y sin remordimientos -estos son los hilos emocionales a los cuales una niña perdida, sola o incómoda podría aferrarse mientras intenta canalizar confianza propia.
Entre las 22 personas asesinadas y las 59 heridas en el concierto de Grande en el Manchester Arena estaban una niña de 8 años y una mujer de 18 años. La joven, Georgina Callan
der, era admiradora de Disney y Harry Potter. Pudo conocer a
Ariana Grande hacer dos años, en otro concierto en el Manchester Arena. Por una combinación de suerte y esfuerzo, recibió un abrazo y un halago de la diminuta diva del pop.
¿Cómo puedo describir la emoción de bailar al ritmo de tu música favorita con tus mejores amigas a los 13 años? Mover tu cuerpo, si no con confianza, entonces con abandono, al tono de una mujer que te dice a tí y para tí: “¡Eres poderosa! ¡No tienes que vivir bajo los términos de nadie!”
Estas no son mentiras, pero tampoco dicen toda la verdad - que a medida que te conviertes en mujer, con frecuencia tendrás menos poder que los hombres que conoces, que la vida femenina, por su misma definición, no está moldeada solo por términos individuales.
En todo caso, conciertos de pop en un entonces parecían ser lugares seguros para que las niñas expresaran fu- ria, alegría, confianza y resistencia con sus amigas, en la presencia de sus ídolos, sin juicios o repercusiones.
Cuando yo estaba en octavo grado, le rogué a mi papá que no fuera al concierto de Garbage conmigo, aunque tenía que conducir una hora para llevarme. Llegó a un acuerdo con su hija adolescente e irracional al desaparecerse en el tumulto la mayoría del tiempo. Por un poco más de una hora, mi mejor amiga y yo disfrutamos de una ilusión de independencia, bailando con las canciones que tan bien conocíamos.
No hay evidencia de que el blanco del atacante que bombardeó el Manchester Arena fueran mujeres. Pero lo que no se puede negar que es un mundo difícil para las niñas. Y un concierto de Ariana Grande es donde van a bailar, a cantar y a agitar sus extremidades juntas, gloriándose en la música ruidosa, las luces destellantes y los globos rosados luminosos.
Mientras niñas aterrorizadas buscaban amigas, hermanas y padres, esas decoraciones infantiles flotaban serenamente por encima del caos y la matanza, recuerdos de la inocencia que estaba presente apenas unos minutos antes
No hay evidencia de que el blanco del atacante del Manchester Arena fueran mujeres. Pero no se puede negar que es un mundo difícil para las niñas.