El paro y Belén de Bajirá
¿Qué tendrán que ver Belén de Bajirá y las demandas no resueltas de la población vulnerable del Chocó? Para el Gobierno parece que es moneda de cambio, sin mirar consecuencias.
Vuelve y juega la utilización politiquera del contencioso limítrofe entre Antioquia y Chocó por Belén de Bajirá. El litigio debe ser dirimido por el único ente que tiene competencia constitucional para ello, el Congreso de la República. La decisión por parte del Legislativo se ha ido dilatando, y de allí que la indefinición sea utilizada tanto por sectores del Chocó para presionar al Gobierno central, como por funcionarios de este que emiten promesas que exceden sus competencias, acuciados como están por lograr terminar a como dé lugar el nuevo paro cívico que se adelanta en ese departamento.
Según el Comité Cívico por la Salvación del Chocó, entre los puntos acordados por el Gobierno Nacional está la publicación, por parte del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), de un nuevo mapa del Chocó que incluiría a Belén de Bajirá. Posterior a esa publicación, habría un “acto protocolario”, el 12 de julio, para reafirmar esa pertenencia.
El año pasado, en agosto, durante el penúltimo paro cívico, el entonces Viceministro de Relaciones Políticas del Ministerio del Interior, Guillermo Rivera -nombrado nuevo ministro del Interior hace dos días- también asumió compromisos en esa materia, al decir que en el Congreso aprobarían la adscripción de Belén de Bajirá al Chocó. Ante la justificada protesta de las autoridades antioqueñas, el viceministro Rivera declaró en una entrevista radial que “tal vez no tuvimos la precisión en usar las palabras adecuadas”. Tal era el nivel de im- provisación y desconocimiento, por decir lo menos, de lo que definían al firmar compromisos inaplicables jurídica y políticamente.
En esta ocasión, según denuncia el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, la situación se repite. Afirma el gobernador en carta dirigida al presidente Juan Manuel Santos que “los delegados del Gobierno Nacional, ante la incapacidad de resolver un problema social, ofrecen entregarle al Chocó el territorio de Belén de Bajirá”. Y añade, en grave denuncia que debería ser presentada, además de al presidente de la República, a los organismos de control, que “la Gobernación de Antioquia tiene pruebas de que los delegados del Gobierno ofrecieron publicar en el viniente mes de junio, mapas fraudulentos del IGAC que hagan creer que Belén de Bajirá es del Chocó”.
El mismo IGAC, hay que decirlo, ha reafirmado, como lo dice la Constitución, que ellos no fijan límites territoriales. Pero sus informes y mapas sí son los que tiene en cuenta el Congreso de la República a la hora de determinar los límites en casos litigiosos o fronteras dudosas.
Hay que exigir a los delegados del Gobierno que no incurran en esta clase de promesas irresponsables que, aparte de constituir extralimitación de funciones, son injerencias indebidas en un asunto que poco tiene que ver con la solución a las acuciantes necesidades de los chocoanos, así los dirigentes del paro incluyan este asunto en sus pretensiones.
Finalmente, solo una referencia a cierto tipo de respuestas igualmente absurdas de algunos políticos de Antioquia de invocar el debate federalismoautonomía como reacción a una posible decisión adversa sobre Belén de Bajirá. Ya no tanto por el desconocimiento de los alcances y consecuencias del debate, sino por la torpeza política de enfocarlo por ese lado, cuando los argumentos de Antioquia pueden tener bases más serias y firmes a la hora de dirimir este largo litigio