IBERACADEMY
Este país, a pesar de la violencia, tiene 40 facultades dedicadas a la música y cientos a las artes, carreras que se estudian por convicción y no por conveniencia.
Tomo asiento, cada uno de los asistentes se presenta, vienen de Miami, de Lichenstein, de España o de aquí, algunos lo tienen todo, deciden con sus fundaciones apoyar lo que un ser humano fascinante les ha propuesto, creen y han descubierto en esta ciudad la semilla, que es disciplina y entusiasmo, hallaron aquí atributos que muchos no ven, creen en eso que se llama humanismo, creen firmemente que el arte y la educación son vehículos de transformación, creen en el poder de la música, tejen, construyen redes y edifican posibilidades para otros desde y con los privilegios que la vida les dio, como lo dijo metafóricamente una de ellas, al citar a un autor norteamericano, para solucionar los problemas del mundo se requiere de orquestas no de solistas. Suman y generan interconexiones, porque al sumar le restan a la barbarie y le añaden a los sueños.
Identifican al niño que a pesar de no tener con qué comer toca violín como el más virtuoso, al que a pesar de que su hermano vende droga, toca y convive en el mismo espacio con él, al que como demente ensaya desde las 4:00 a.m. aún a riesgo de exponer su salud, descubren el talento en cualquier estrato, apoyan esos sueños y los ayudan a formar para que sean algunos de los mejores músicos del mundo, pero no solo los sueñan concertistas o integrantes de orquestas, apoyan su formación para que sean líderes, para que señalen caminos, guíen a otros, abran puertas y nos salven del horror.
Oigo, perdón, oímos las historias que narra como si fuese Sherezade, el maestro Alejan
dro Posada, ese personaje que conocí joven antes de irse a Viena a perseguir un sueño que le ha permitido triunfar y le ha abierto puertas. Él ha puesto lo que ha tejido al servicio de muchos, su Iberacademy apoya chicos de toda América latina, que hoy, vienen a formarse aquí y que algunos de los mejores profesores de música del mundo educan. Aquí, porque es en esta ciudad donde se ha tejido una relación entre público y privado, que no se da en otros lugares de América, porque de aquí es Alejandro, porque este país, a pesar de tanta violencia, tiene 40 facul- tades dedicadas a la música y cientos dedicadas a las artes, carreras que contrario a otras, se estudian por convicción y no por conveniencia.
Vuelvo a mirar; a la chica de enfrente mío que acaba de concluir su carrera; la esperan quince audiciones en Europa para ingresar a alguna orquesta, el chico que no para de crecer está invitado por segundo año consecutivo al mejor festival juvenil de música clásica del mundo, son apenas dos de los becarios, son solo dos puntadas de un sueño, que gracias a las fundaciones y las conexiones puede crecer.
El café está frío, algo de sal hay en él, es el sabor que añaden las lagrimas que produce la emoción, he comprobado, como decía una amiga que “el mundo es chico cuando eres grande”, sollozo porque hay seres humanos capaces de compartir su éxito para que otros crezcan y se desprenden de su ego, para que sirva de escalera al sueño de muchos, gracias arte