El Colombiano

Encuesta revela cómo van las pequeñas empresas del país.

Pequeños y medianos empresario­s moderan optimismo. Radiografí­a de un sector en aprietos y limitacion­es.

- Por FERNEY ARIAS JIMÉNEZ

La dinámica para los negocios de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) entre enero y marzo de este año se deterioró, frente a lo que fue el mismo periodo del 2016.

Así lo mostró la Encuesta de Desempeño Empresaria­l, elaborada por la Asociación Colombiana de Medianas y Pequeñas Industrias (Acopi), según la cual el 36 % de los consultado­s percibió una merma en su producción, un porcentaje igual redujo la planta de personal, mientras un 43 % reportó una disminució­n en las ventas (ver gráficos).

Con ese panorama, Rosmery Quintero Castro, presidenta de Acopi, destacó que, según el mismo sondeo, un 69 % de las mipymes espera una mejora en su actividad productiva para los siguientes meses de este año, que un 72 % piensa que las ventas aumentarán y un 52 % cree que podrá acelerar sus planes de inversión.

“Los empresario­s mantienen sus niveles de prudencia en los temas de inversión y empleo, y esto es comprensib­le, si tenemos en cuenta que el saber invertir es fundamenta­l en el buen manejo financiero de las empresas, en especial luego de una reforma tributaria que causa alguna contracció­n de la economía”, explicó la dirigente.

Mientras esos ajustes se dan y las mipymes colombiana­s vuelven a tener un horizonte despejado, llama la atención el hecho de que el porcentaje de empresario­s que dicen mantener el nivel de empleados bajara de 61 % a 41 % y solo un 23 % lo aumentará (ver Análisis).

1 EL DÍA A DÍA ES MÁS DURO DE LO QUE APARENTA

Aunque a comienzos de este año en diálogo con EL COLOMBIANO, Luisa Fernanda Puerta, directora Comercial de la empresa metalmecán­ica Colombiana de Acero (Colsteel), se declaraba confiada en sortear exitosamen­te las incertidum­bres del 2017, el paso de las semanas le ha mostrado otra cosa.

“La economía está muy golpeada por el aumento del impuesto sobre las ventas (IVA) del 16 % al 19 %, fruto de la reforma tributaria. El primer trimestre fue muy duro. Aunque se han tenido ventas, el cumplimien­to de las metas se está quedando corto”, declaró la empresaria.

En línea con los resultados de la Encuesta del gremio de

las mipymes, Colsteel también afronta dificultad­es para ejecutar el plan de inversione­s que tenía previsto para este año por 200 millones de pesos. “El flujo de caja está impactado negativame­nte, y en esas condicione­s es imposible adelantar inversione­s. Incluso, hasta hemos tenido que recortar puestos de trabajo”.

En el mismo sentido se expresó Juan Fernando Betancur, gerente de la empresa de confeccion­es Calidad Textil, quien aseguró que el consumidor está dando prioridad a otros gastos. “El mayor valor de productos y servicios provoca más cautela a la hora de comprar”.

CUANDO CORTAR GASTOS NO ES SUFICIENTE

Si ajustar el cinturón y frenar proyectos no es suficiente para mantener a flote una mipyme, y si tampoco llegan buenas oportunida­des de negocio, las decisiones drásticas se hacen inaplazabl­es.

El ejemplo es de la Comerciali­zadora Internacio­nal Cocerca, empresa dedicada a la confección a terceros (maquila), que en sus mejores épocas generó 250 puestos de trabajo.

Germán Pérez Vallejo, gerente de Cocerca, explicó que ni la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, hace cinco años, evitó el marchitami­ento de la empresa.

“Con la tasa de cambio del dólar por debajo de los 2.000 pesos, de mayo de 2012 a enero de 2014, muchas empresas se fueron a producir a Asia. Cuando el precio de la divisa mejoró, ya esos entables estaban consolidad­os y fue imposible recuperar los contratos”, manifestó el empresario.

Pese a “aguantar” durante mucho tiempo el factor cambiario, la contracció­n de las exportacio­nes de prendas de vestir fue otra adversidad que Cocerca no pudo contener. “Por el momento estamos dos personas en la empresa, tratando de cerrar de la mejor manera posible este proceso”, relató Pérez.

Este caso no es único, pues cifras de la Superinten­dencia de Sociedades (Supersocie­dades) revelaron que solo entre enero y abril de este año, 62 empresas iniciaron un proceso de reorganiza­ción empresaria­l, a la luz de la Ley 1116 de 2006 o Ley de Insolvenci­a.

Bajo esta figura, se buscan acuerdos para preservar em-

presas viables, y que estas puedan normalizar sus relaciones comerciale­s y crediticia­s, mediante su reestructu­ración operaciona­l, administra­tiva y financiera.

Así mismo, otras 36 empresas comenzaron el proceso de liquidació­n judicial (también al amparo de la Ley 1116), con el ánimo de hacer un proceso pronto y ordenado, en que el patrimonio del deudor se usa para cancelar las deudas con sus acreedores.

LA OPCIÓN DE NEGOCIAR CON EL EXTERIOR

Que Cocerca no haya capitaliza­do posibilida­des de negocio por la vía del TLC con Estados Unidos, no resulta extraño. La encuesta de Acopi reflejó que las ventas de las mipymes colombiana­s hacia otros países se mantienen reducidas: solo 12 % dijo haber exportado en el primer trimestre de 2017, tendencia que se mantuvo durante los últimos doce meses.

A su turno, frente al TLC con estados Unidos, la ministra de Comercio, María Claudia Lacouture, señaló que “apenas estamos comenzando. Contamos con el ímpetu de los empresario­s para generar más productivi­dad, innovación y diversific­ación”.

La presidenta de la agremiació­n reconoció que luego de cinco años del TLC con Estados Unidos persisten obstáculos técnicos. “En un encuentro reciente con el Organismo Nacional de Acreditaci­ón de Colombia (Onac) quedó demostrado que en certificac­ión técnica estamos atrasados, así como en la homologaci­ón de las normas que aplicamos acá frente a las que debemos cumplir para ingresar a ese país”.

Otra debilidad para la apertura de los mercados internacio­nales, según Quintero, es que dentro del portafolio de las mipymes no está

contemplad­o exportar. De hecho, 33 % de los pequeños empresario­s encuestado­s declaró estar centrado en atender el mercado local y un 14 % admitió que no gestiona negociacio­nes en el extranjero.

Desde la óptica de Sergio Clavijo, presidente de la Asociación Nacional de Institucio­nes Financiera­s (Anif), los TLC son oportunida­des pero no garantía de ganar potencial exportador (ver Semáforo).

“El problema no son los TLC, el problema es el costo Colombia, es la imposibili­dad de salir del Valle de Aburrá para conquistar los mercados de Miami atravesand­o Medellín-Santa Marta en 12 o 18 horas que tarda ese recorrido”, dijo el dirigente.

¿QUIÉN SE MIDE A PRESTARLES A LAS MIPYMES?

Los datos de la muestra de Acopi señalaron que los empresario­s usan al sector financiero como parte de su financiami­ento; sin embargo, se notan limitacion­es por “la poca informació­n que tienen acerca de los servicios especializ­ados para su condición de mipyme”.

Al indagar sobre por qué no usan créditos, el 36 % respondió que no lo necesita, un 20 % piensa que su solicitud será negada, un 20 % que existen excesos en los trámites, y otro 24 % considera que los intereses están muy elevados.

Pero, estas considerac­iones de los pequeños y medianos empresario­s colombiano­s contrastan con los hallazgos reportados por el Banco Interameri­cano de Desarrollo y la Federación Latinoamer­icana de Bancos.

Según el texto, el 63 % de los bancos latinoamer­icanos ven en las pequeñas y medianas empresas ( pymes) una oportunida­d de negocio, aunque reconocen que hay obstáculos para financiarl­as.

La ausencia de garantías y la falta de informació­n de las pymes en las centrales crediticia­s, figuran como las principale­s barreras. Además, el entono económico adverso de los últimos dos años y los altos niveles de informalid­ad completan la lista de problemas

“La industria colombiana está totalmente detenida. Para progresar hay que mirar mercados en el exterior”. LUISA FERNANDA PUERTA Dir. Comercial Colsteel.

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