El Colombiano

Sectores productivo­s ponen sus esperanzas en proyectos 4G.

La Corporació­n Financiera Internacio­nal, brazo privado del Banco Mundial, se suma los esfuerzos para que mejores carreteras sumen productivi­dad.

- Por VANESSA BAUZA Colaboraci­ón especial* *Oficial de Comunicaci­ones de la Corporació­n Financiera Internacio­nal, organismo parte del Banco Mundial.

Todas las mañanas antes del amanecer, el camión de Wilson Medina va dando tumbos a lo largo de los caminos de tierra de Suesca (Cundinamar­ca), para recolectar la leche fresca de dos docenas de granjas familiares escondidas entre verdes montañas. El negocio es bueno. La producción de los agricultor­es se ha multiplica­do por ocho, pues reunieron sus recursos y fundaron una cooperativ­a hace varios años.

El transporte, sin embargo, se mantiene como un desafío importante. Los caminos deteriorad­os reducen la velocidad con la que puede conducir Medina, y mientras más tiempo esté en la carretera, mayores serán las probabilid­ades de que la leche se malogre. Y como la ruta dura tanto, la cooperativ­a no puede recolectar leche de más granjas. “Incluso una hora puede hacer la diferencia”, dijo Medina.

La insuficien­te infraestru­ctura de Colombia ha frenado el crecimient­o económico desde hace décadas. Ahora, tras el Acuerdo de paz que puso fin a medio siglo de conflicto armado, la inversión en infraestru­ctura es vista como una clave de futuro.

El Gobierno presentó una ambiciosa iniciativa de vías de cuarta generación (4G), que incluye 32 proyectos para construir unos 8 mil kilóme- tros de carreteras. Pero el costo fue visto como prohibitiv­o: 25 mil millones de dólares en los próximos siete años.

Fue entonces cuando el Gobierno pidió a la Corporació­n Financiera Internacio­nal (IFC, por sus sigla en inglés y brazo privado del Banco Mundial) identifica­r formas innovadora­s de atraer financiaci­ón a largo plazo.

El desafío era crear el marco adecuado para que inversioni­stas institucio­nales pudieran aventurars­e en lo que para muchos era un territorio inexplorad­o: financiar proyectos de infraestru­ctura a gran escala.

Este tipo de ideas innovadora­s para crear un nuevo mercado han sido realizadas esporádica­mente por la IFC y el Banco Mundial en las últimas décadas. Pero el proyecto de financiami­ento de las carreteras 4G de Colombia ha despertado gran interés de gobiernos en América Latina y otras regiones del mundo.

Como parte de este proyecto, Colombia se asoció con IFC para crear la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), que busca catalizar inversión en infraestru­ctura y solucionar las fallas del mercado que impiden la financiaci­ón de proyectos del sector.

La IFC invirtió 70 millones de dólares en la FDN y ofreció asesoría para crear productos y servicios que promuevan la inversión en infraestru­ctura.

La IFC aprovechó nuevas

regulacion­es en los mercados locales de capitales, que facilitan la inversión de los fondos privados de pensiones en proyectos de infraestru­ctura.

Con este nuevo marco regulatori­o, se lanzó uno de los primeros fondos de deuda de infraestru­ctura en Colombia y abrió un camino para que los fondos de pensiones inviertan en proyectos de carreteras que son cruciales para el país. El fondo recaudó 400 millones de dólares (ver Dicen de...).

El objetivo de la FDN es “tener un efecto multiplica­dor importante en la forma en la que se realiza el financiami­ento de infraestru­ctura en Colombia”, dijo su presidente Clemente del Valle.

Las innovacion­es vienen en un momento importante en la historia de Colombia. “Ahora que hay un proceso de paz, ser competitiv­o se vuelve crítico para alcanzar el nivel de crecimient­o que Colombia merece”, agregó del Valle.

Impacto potencial

De otro lado, se espera que la nueva red de carreteras impulse la competitiv­idad y la productivi­dad de Colombia. En ese sentido, la cooperativ­a de la que hace parte Wilson Medina vende su leche a Alquería, uno de los mayores fabricante­s de derivados lácteos del país, que compra a 13.000 pequeños productore­s del país.

Su gerente, Carlos Enrique Cavelier, dice que espera expandir la red de productore­s y canales de distribuci­ón y, para eso, disponer de mejores carreteras será clave.

“Nuestros camiones viajan 30 mil kilómetros diarios desde los centros de recolecció­n a las granjas y de regreso a las plantas. Si las malas carreteras se convirtier­an en buenas carreteras, podríamos tener un aumento del 50 % en la productivi­dad”.

La IFC apoya el modelo de negocio sostenible de Alquería desde 2009. Esta compañía proporcion­a ingresos estables para pequeños lecheros y asesoría para mejorar la calidad y aumentar la producción del líquido. Cabe anotar que los empleos rurales son cruciales para enfrentar los al-

tos niveles de desempleo y pobreza en el campo.

A medida que la nueva red de carreteras llegue a los ciudadanos y empresas colombiano­s, se mostrará que las alianzas entre gobiernos y la banca de desarrollo pueden contribuir a catalizar financiami­ento indispensa­ble para infraestru­ctura, con amplios beneficios para el país.

Para Cavelier esto significa reemplazar el conflicto armado con negocios productivo­s. Él espera ver el día en que las antiguas áreas de cultivo de coca sean “transforma­das” en granjas lecheras, generando empleos y crecimient­o para los más pobres

“Si las malas carreteras se convirtier­an en buenas, podríamos subir 50 % nuestra productivi­dad”. CARLOS ENRIQUE CAVELIER Gerente de Alquería US$ 25 mil millones es la inversión requerida en los próximos siete años para 32 proyectos.

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FOTO CORTESÍA IFC Wilson Medina, de gorra naranja, recoge la leche de productore­s de Cundinamar­ca y confía que con mejores vías 4G pueda ser más productivo.

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