EE. UU.,LA OVEJA DESCARRIADA DEL GRUPO DE LOS MÁS PODEROSOS
Su último destino, la cumbre de los líderes más poderosos (el G7), en Taormina, sur de Italia, fue crucial por los temas que trató. Trump insistió en el diálogo sobre la amenaza nuclear que representa Corea del Norte y sobre la necesidad de imponer nuevas sanciones a ese país. Sin embargo, el hecho de que hubiera dicho en tono amenazante que “el problema norcoreano será resuelto”, no caló entre algunos jefes de Estado, pues en el Consejo de Seguridad de las ONU hay una iniciativa para erradicar el uso de armas nucleares. John Loretz, director de Programa de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra, dice que EE. UU. debería en cambio hacer uso de una diplomacia eficaz con Corea del Norte, “acompañada de reducciones en las amenazas militares, con sus socios internacionales, entre ellos China y Rusia”. Entretanto, en la declaración final del grupo de países, llamó la atención que seis de ellos, con excepción de EE. UU., estuvieron de acuerdo en mantener los compromisos adquiridos en 2015 en París para combatir el cambio climático. Lo anterior, dice Christian Poirier, director de Programa de Amazon Watch, organización estadounidenses que lucha contra este fenómeno, deja en evidencia que el presidente insiste en negar la existencia del cambio climático, “solo porque estar de acuerdo perjudicaría sus negocios dependientes del petróleo”.