CURSO ACELERADO PARA BIBLIÓMANOS
Presumo que hay valiosas enseñanzas en una Feria del Libro, como la de Madrid, que se abrió el viernes en el Parque del Retiro, escenario casi refrescante ahora cuando está adelantándose el verano y la temperatura no baja de 35 grados. Para los bibliómanos debe ser un curso acelerado de cultura bibliográfica. Se creó en 1933 y en su septuagésima tercera edición hay más de 300 casetas, armadas sin monumentalidad ni alardes de diseño, en las que exponen librerías, editoriales, distribuidores y otras entidades, mientras firman sus obras y se dejan tomar selfies decenas de autores entre noveles y consagrados.
En esta ocasión hay dos centros de atracción en la Feria. El país invitado es Portugal, con el reconocimiento a personajes como Saramago, Pessoa, Lobo Antunes y el maestro de todos, el inge- nioso autor de las Cartas de Fradique Méndez y de la incisiva semblanza de Pacheco, aquel “hombre de un inmenso talento”, que se ganó el prestigio y el respeto de sus compatriotas sin tener ni el merecimiento más mínimo. Un prototipo del político paquete, como tantos que hay diciendo tonterías y colándose en las encuestas. El otro motivo es la Universidad de Salamanca, la de Unamuno, porque va a cumplir ocho siglos en 2018.
Esta feria pone a pensar en la relación entre los hábitos de lectura y la independencia crítica denotativa del buen uso de la racionalidad ilustrada. Un país que lee más hace valer más su soberanía. Uno que lea menos está afectado de neo oscurantismo, tiende a dejarse mangonear por los dueños del poder, es sumiso ante el engaño instituido y es muy débil para hacer funcio- nar la facultad democrática de dudar y resistir.
Los españoles leen más de diez libros por año (nueve por cada ciclo lectivo, desde el colegio), mientras los colombianos apenas alcanzan a leer dos volúmenes. Al menos así lo dictaminan pesquisas serias. ¿Cuáles son más críticos y acreditan un grado más alto de cultura política y conciencia ciudadana? La respuesta es obvia.
También se asocian el hábito de lectura y el índice de desarrollo humano, encabezado por naciones como Finlandia, en las cuales gobernar es educar, incluso con el buen ejemplo, y se ejecutan verdaderas estrategias de lectura en todos los niveles del discurrir educativo.
La Feria del Libro es el gran acontecimiento cultural de cualquier país o ciudad, por todo lo que representa como dinamizador del culto a la palabra escrita, creación esencial de la inteligencia. La de Madrid seguro irradia iniciativas que pueden orientar a los organizadores de fiestas como la de Medellín, que un buen día se apropió del entorno integrador y amable del Jardín Botánico, en algo comparable al Retiro madrileño
La Feria del Libro es el gran acontecimiento cultural de cualquier país o ciudad, por todo lo que representa como dinamizador del culto a la palabra escrita, creación esencial de la inteligencia.