EL CHOCÓ QUE QUEREMOS…
Puede ser que el país distinto del Chocó, ese mismo que no sufre el aislamiento por carreteras que sí padecemos los colombianos asentados en este territorio, el país que dispone de buenos hospitales públicos y privados porque la capacidad adquisitiva de la gente se los permite, observe con un poco de desdén los reclamos nuestros, los mismos que manifestamos en el segundo semestre de 2016 y que ahora mismo nos convocó al paro cívico que se adelantó hasta el fin de semana.
La región sí es privilegiada en recursos naturales. Aquí hay una buena, muy buena fuente maderera, y también la minería proporciona riqueza a los nativos. Regiones como la ribera del Atrato, y municipios como San Juan y Baudó, producen plátano y arroz en cantidades tantas, que el mercado local no alcanza a consumirlas, así que buscarle salida a esos productos en nuestra capital Quibdó, o en los departamentos con los que más comercio hacemos, nos resulta una opción muy buena, y justo para eso es que reclamamos mejores carreteras.
Claro que queremos un hospital de tercer nivel, pues no puede ser que la atención que proporcione ese tipo de establecimientos, haya que buscarlos en Pereira o Medellín, con las dificultades logísticas y demás que supone el traslado de los usuarios del sistema de salud.
En educación nos soñamos con mejores instalaciones locativas, y más cercanas a las comunidades. ¿Estará muy lejano el día en que la Universidad Nacional u otras de carácter público nos oferten programas aca- démicos? Qué bueno que la Escuela Superior de Administración Pública, ESAP, se descentralizara más a lo largo y ancho de la geografía chocoana, para que el servidor público se entonara más con su oficio. Y a propósito del renglón de la educación: la falta de conectividad tampoco ha permitido que la educación virtual prospere. Puede ser que subsanando ese tema, las opciones de formación en pregrado, posgrado y especializaciones, nos pongan a la par con el resto del país.
Es que nos miren como colombianos, es que los organismos de control no se dediquen a estigmatizar a nuestra clase dirigente, es que nos acompañen desde la estructuración, hasta la ejecución de proyectos, y es que nos capaciten para conformar veeduría ciudadana lista para legitimar procesos. Lo anterior, y no otra cosa es lo que queremos. ¿Estaremos pidiendo demasiado?
Gracias Colombia por entendernos un poco
¿Estará muy lejano el día en que la U. Nacional u otras de carácter público nos oferten programas académicos?
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