La foto que rompió paradigmas
El esposo del primer ministro de Luxemburgo marcó un hito al aparecer en una foto oficial de primeras damas, dando así respaldo al matrimonio igualitario.
La imagen en la que posa el esposo del primer ministro de Luxemburgo, con nueve primeras damas, superó la mofa y se convirtió en espaldarazo al matrimonio igualitario.
Cada año, cuando los líderes de las naciones más poderosas del Atlántico norte se reúnen en la cumbre de la OTAN, es tradición dedicar un espacio al encuentro de sus esposas. La semana pasada, cuando la cita anual se celebró en Bruselas, los ojos de la prensa dejaron de estar sobre los vestidos y desaires de Melania Trump, la primera dama estadounidense, y se dirigieron hacia el hombre del extremo izquierdo de la foto.
Gauthier Destenay, arquitecto belga y esposo del primer ministro de Luxemburgo ( Xavier Bettel), un país profundamente católico, se ubicó en las hileras de primeras damas que posaban para la fotografía oficial del encuentro, y el gesto le dio la vuelta al mundo.
Marco Jaramillo, líder LGBTI de Medellín y director de Egocity, una revista dedicada a temas de diversidad sexual, dice que la asistencia del esposo del primer ministro luxemburgués a un encuentro con la dimensión del de la OTAN, y su aparición en dicha fotografía, trasciende en la medida en que cambia la estructura de un grupo históricamente destinado y compuesto por mujeres, pero sobre todo, soporta y visibiliza la lucha por el matrimonio igualitario.
Y es que justamente durante el Gobierno de Bettel, en 2015, el Parlamento de ese país de medio millón de habitantes aprobó las uniones de parejas del mismo sexo (con 56 votos a favor y cuatro en contra). Lo que vino ese mismo año fue la sonada boda entre el mandatario y su actual esposo, quienes han decidido no exponer su intimidad a la prensa.
Sin etiquetas
Según Jaramillo, cuando el esposo de un primer ministro aparece en un escenario así, necesariamente se construyen nuevos imaginarios: “que definitivamente no hay lugares ni cargos exclusivos para mujeres u hombres”. No obstante, el director advierte que hablar de “primer caballero” y de “primera dama”, de forma diferenciada y con las connotaciones de estas figuras, genera segmentaciones. “El tema de quién es el compañero de una persona que llega a regir los destinos de un país es irrelevante, y tampoco se puede poner la figura del acompañante como un accesorio. Esas, todas, son etiquetas, y está demostrado que no son necesarias”, apunta.
Sobre esto último opina Eugene Richard, investigadora de comunicación política en la Universidad Externado. De acuerdo con ella, en la tradición democrática europea la vida privada de los mandatarios se mantiene al margen de la información, de manera que no se cuentan, con la novedad de los medios de América Latina o Estados Unidos, los detalles sobre las parejas de los líderes. A eso se suma que en el Viejo Continente los esposos de los presidentes suelen seguir sus vidas sin protagonismos en política.
De hecho, la historia de Bettel y Destenay no es inédita. La expresidenta de Islandia Jóhanna Sigurðardóttir, la primera jefa de Estado en declararse homosexual, se casó en julio de 2010 con Jónína Leósdóttir, una escritora, justo el mismo día en que en su país entraba en vigor la ley que reconocía los matrimonios de personas del mismo sexo. Un año después, en 2011, en Bélgica, se posesionaba Elio Di Rupo como un primer ministro abiertamente homosexual, y ahora, en marzo pasado, Tomoya Hosoda, concejal de un barrio de Tokio, fue el primer transexual en ocupar un cargo público en Japón