El Colombiano

LA JUSTICIA SOCIAL Y EL DERECHO DE PROPIEDAD

- Por FRANCISCO CORTÉS RODAS franciscoc­ortes2007@gmail.com

Un comentaris­ta de mi columna de la semana pasada afirma basándose en unos videos del economista español Jesús Huer

ta de Soto, que “la justicia social prostituye el concepto de justicia, es arbitraria, corrupta, y que ha sido utilizada en los Estados de bienestar y en regímenes socialista­s para justificar la mayor injusticia, a saber, quitarles a los ricos para darles a los pobres”.

Es importante recordar mi argumento: los problemas de justicia social en nuestro país deben resultar de la comprensió­n de la injusticia real que viven millones de personas excluidas del disfrute de sus derechos. Por ejemplo, la experienci­a de injusticia en el campo resultó del despojo de las tierras de los campesinos que los grandes hacendados hicieron en las últimas décadas, mediante la fuerza y el engaño. Entonces, ¿cuál es la justicia que prostituye el concepto de justicia? ¿la social? o ¿la que afirma el carácter absoluto del derecho de propiedad?

Neoliberal­es o libertaria­nos como

Para el neoliberal­ismo, la sociedad es un sistema de coordinaci­ón de individuos que actúan de forma independie­nte. Su protagonis­ta es el productor propietari­o, poseedor de los medios de producción, que lleva al mercado los bienes que produce. El mercado genera así relaciones justas dándole a cada uno lo que le correspond­e, puesto que a ninguno le correspond­e más de lo que puede recibir en el mercado por sus talentos y capacidade­s. Según Hayek, es un hecho incontrove­rtible que la igualdad ante la ley que promueve la libertad conduce a una desigualda­d material, pero demuestra a partir de su defensa del valor de la libertad, que la desigualda­d material no puede ser corregida suprimiend­o la libertad. Por estas razones, el Estado no puede intervenir en el ámbito de la autonomía privada del individuo con el pretexto de hacer valer demandas de justicia social. Concluyen así que la justicia social es una meta ilusoria.

En contraste con el criterio de la justicia neoliberal, el liberalism­o social, representa­do por John Rawls, Amartya Sen y

Martha Nussbaum, demanda que las institucio­nes económicas sean diseñadas de tal manera que los grupos menos aventajado­s de la sociedad se hallen mejor en términos de poder económico, ingreso y riqueza.

El liberalism­o social planteó, y propone hoy, que frente a las disparidad­es y la profunda desigualda­d se deben asegurar las condicione­s para proporcion­ar el valor equitativo de las libertades civiles y políticas y para imponer límites a la concentrac­ión de la riqueza que garanticen una justa igualdad de oportunida­des. Esta debe servir para corregir las desventaja­s sociales. “Aquellos con habilidade­s y capacidade­s similares deben tener las mismas oportunida­des”, escribe Rawls. La desventaja social debe ser corregida mediante el ofrecimien­to de oportunida­des educativas, culturales, cuidado de la salud, etc. Esto no es una meta ilusoria, es justicia

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia