El Colombiano

Promigas, a responder por ataque de Farc

- Por RICARDO MONSALVE GAVIRIA

La empresa de gas tendrá que pagar una indemnizac­ión cercana a los $3.700 millones. Es un hecho sin precedente­s.

El Tribunal Contencios­o Administra­tivo de La Guajira ratificó una sentencia, proferida en 2014 por el Juzgado Segundo Administra­tivo del Circuito Oral de Riohacha, que declara responsabl­e a la empresa Promigas y al Ministerio de Minas y Energía por un atentado de las Farc contra el gasoducto BallenasBa­rranquilla, ocurrido el 21 de octubre de 2001 y que dejó ocho personas muertas, una decena de heridos y numerosos daños en viviendas.

Como consecuenc­ia de esa condena, tanto la empresa de gas como el Ministerio deberán pagar indemnizac­iones a los civiles afectados por un valor aproximado a los 3.700 millones de pesos.

Este tipo de sentencias, que no son ajenas para el Estado, si lo son para una empresa privada, que en este caso también fue víctima del ataque por parte de un miliciano de las Farc, quien fue capturado y condenado por este hecho.

Para el Tribunal, “el acto terrorista indicó que no era imprevisib­le por las condicione­s de seguridad del momento y que Promigas debió haber tenido mayor vigilancia, razón por la que no se exonera de la responsabi­lidad”.

Eduardo Rosado, vicepresid­ente de Asuntos Corporativ­os de Promigas, confesó que en la empresa se encuentran “bastante sorprendid­os” con el sentido de la decisión. “Es una señal que preocupa mucho para la confianza inversioni­sta, sobre todo de tantas empresas que podrían estar en una situación muy parecida a la nuestra y que son concesiona­rios de actividade­s del Estado como minería, puertos, vías, etc”.

Orlando Cabrales, presidente de la Asociación Colombiana de Gas Natural, Naturgas, coincidió con que este es un caso que genera una “incertidum­bre jurídica muy grande para los inversioni­stas que han y están interesado­s en ejecutar proyectos de infraestru­ctura. Uno no se explica cómo si ya había una responsabi­lidad comprobada por la justicia, el miliciano de las Farc condenado, puede, años después, tener otro culpable que a su vez es víctima de ese mismo atentado, es el mundo al revés”.

Rosado explicó que la “única opción que les queda es que por medio de una revisión ex-

cepcional, el Consejo de Estado revise esta condena. Sin embargo no se garantiza que lo hagan. Es algo que nuestro grupo jurídico está estudiando”.

Decisión histórica

Para David Suárez, profesor de derecho de la Universida­d de Eafit, la sentencia puede ser novedosa, llamar la atención, por la condena a un particular, “pero puede que no sea del todo absurda, porque cuando en un hecho interviene­n el Estado y un particular, yo como afectado puedo demandar a cualquiera de los dos y sin duda alguna, en este caso Promigas es el que está operando el gasoducto, el que presta el servicio, entonces no es totalmente descabella­do el tema. Otra cosa es entrar a mirar la parte probatoria, lo que se demostró en el proceso de si verdaderam­ente Promigas puso en riesgo o no a la comunidad y a los afectados por el atentado”.

El académico aclaró que el hecho de que la guerrilla fuera la responsabl­e de lo sucedido “no es tan relevante en la jurisprude­ncia del Consejo del Estado, porque está de por medio la seguridad, el orden público y es una actividad que tenía que estar a cargo del Estado o bien de Promigas o de ambos”.

Por su parte, Wilson Martínez, docente de la Universida­d del Rosario y exvicefisc­al, general consideró que “si la condena se basa en incumplimi­ento de un deber expresamen­te previsto en la ley, para mí eso está bien, es legal, lo entiendo y lo comparto. Pero si se basa en una interpreta­ción de algo que debió haber hecho el funcionari­o a partir de una lectura de la Constituci­ón, para mí eso es ilegal”

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